Un incendio obligó ayer desalojar a los 10 vecinos que residen en el inmueble número 11 de la calle Samuel Eiján de la ciudad. Las llamas se declararon pasadas las seis de la madrugada en el ascensor, provocando una densa humareda que alarmó al vecin dario, que temía que ardiera todo el edificio. Al lugar se desplazaron los bomberos, que lo primero que hicieron fue sacar a todos los vecinos a la calle. La Policía Local abrió una investigación para determinar si el fuego fue provocado o se debió a un cortocircuito.
El ascensor del edificio número 11 de la calle Samuel Eiján de la ciudad quedó totalmente carbonizado a causa de un incendio, que alarmó a los 10 vecinos que residen en el inmueble y a los de los colindantes.
Las llamas se declararon pasadas las seis de la mañana cuando la mayoría de los residentes, que tuvieron que ser desalojados, estaban durmiendo. Uno de ellos, alarmado por la densa humareda que provocó el fuego en el interior del edificio, alertó a los bomberos, que se desplazaron de inmediato al lugar. A la llamada de auxilio también acudió una patrulla de la Policía Local. Los bomberos, tras cerciorarse del alcance y origen de las llamas, fueron puerta por puerta sacando a los vecinos con los puesto a la calle y, así, evitar posibles intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono. Después, sofocaron el fuego con la ayuda de varios afectados que salieron a la vía pública provistos de extintores.
Investigación
El vecindario permaneció más de una hora en la acera, durante la que se sucedieron escenas de nerviosismo ante el temor de que las llamas se propagaran a alguna de las viviendas y terminara ardiendo todo el edificio e incluso los colindantes.
Mientras, la Policía Local abría una investigación para determi nar las causas que originaron el incendio, dado que el aparato cumplía con todos los requisitos que exige la legislación. Los agentes trabajaban en la mañana con la hipótesis de un cortocircuito en el sistema de fluido eléctrico, pero no descartaban que el fuego fuera intencionado o se originara a causa de una colilla mal apagada que tiró algún vecino cuando se dirigía a su domicilio.
Este es el cuarto incendio que se declara en un inmueble de la ciudad durante la semana que acaba de finalizar.
Arden dos fincas en A Lonia y O Polvorín
Los bomberos de la ciudad tuvieron ayer una jornada ajetreada. Sobre las dos de tarde tenían que desplazarse a sofocar un incendio, que se declaró en una finca de O Piñeiral, que estaba cubierta de maleza. Las llamas se propagaron con rapidez, dado que parte de la maleza era hierba seca, provocando una densa humareda, que alarmó al vecindario. Una vez sofocado este fuego, los bomberos recibían otra llamada, en este caso desde el barrio de A Lonia, alertándoles de otro incendio también en una finca con maleza. Las llamas amenazaban con alcanzar media docena de casas, situadas en la margen de la antigua carretera N-120. Al lugar también se desplazaron patrullas de las policías Nacional y Local. La rápida intervención de los efectivos evitó que el fuego se extendiera, dado que en la zona hay varios solares cubiertos de maleza. Este es el segundo incendio que se declara en el barrio de A Lonia durante lo que va de mes, según fuentes de la Policía Local.
Las llamas se declararon pasadas las seis de la mañana cuando la mayoría de los residentes, que tuvieron que ser desalojados, estaban durmiendo. Uno de ellos, alarmado por la densa humareda que provocó el fuego en el interior del edificio, alertó a los bomberos, que se desplazaron de inmediato al lugar. A la llamada de auxilio también acudió una patrulla de la Policía Local. Los bomberos, tras cerciorarse del alcance y origen de las llamas, fueron puerta por puerta sacando a los vecinos con los puesto a la calle y, así, evitar posibles intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono. Después, sofocaron el fuego con la ayuda de varios afectados que salieron a la vía pública provistos de extintores.
Investigación
El vecindario permaneció más de una hora en la acera, durante la que se sucedieron escenas de nerviosismo ante el temor de que las llamas se propagaran a alguna de las viviendas y terminara ardiendo todo el edificio e incluso los colindantes.
Mientras, la Policía Local abría una investigación para determi nar las causas que originaron el incendio, dado que el aparato cumplía con todos los requisitos que exige la legislación. Los agentes trabajaban en la mañana con la hipótesis de un cortocircuito en el sistema de fluido eléctrico, pero no descartaban que el fuego fuera intencionado o se originara a causa de una colilla mal apagada que tiró algún vecino cuando se dirigía a su domicilio.
Este es el cuarto incendio que se declara en un inmueble de la ciudad durante la semana que acaba de finalizar.
Arden dos fincas en A Lonia y O Polvorín
Los bomberos de la ciudad tuvieron ayer una jornada ajetreada. Sobre las dos de tarde tenían que desplazarse a sofocar un incendio, que se declaró en una finca de O Piñeiral, que estaba cubierta de maleza. Las llamas se propagaron con rapidez, dado que parte de la maleza era hierba seca, provocando una densa humareda, que alarmó al vecindario. Una vez sofocado este fuego, los bomberos recibían otra llamada, en este caso desde el barrio de A Lonia, alertándoles de otro incendio también en una finca con maleza. Las llamas amenazaban con alcanzar media docena de casas, situadas en la margen de la antigua carretera N-120. Al lugar también se desplazaron patrullas de las policías Nacional y Local. La rápida intervención de los efectivos evitó que el fuego se extendiera, dado que en la zona hay varios solares cubiertos de maleza. Este es el segundo incendio que se declara en el barrio de A Lonia durante lo que va de mes, según fuentes de la Policía Local.
