La Confederación achacó la contaminación al arrastre de fangos

Desaparece la espuma del Miño a la altura de Velle

Bañistas disfrutando del agua del Miño, a la altura de la presa de Velle. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Las aguas del Miño presentaban ayer otro aspecto tras el vertido del pasado sábado, que cubrió de espuma buena parte del cauce, entre la presa de Velle y las termas de Outariz.
Ayer ya no quedaban restos de la contaminación, que fue arrastrada durante toda la mañana al subir considerablemente el nivel del auga a causa de la producción de energía eléctrica en la central de la presa de Velle.

Las instalaciones estuvieron turbinando agua hasta pasadas las 15.00 horas, cuando el caudal volvió a descender a las cotas del pasado sábado, sin apreciarse en todo el curso del río restos de espuma. Eso sí, entre Oira y Outariz, numerosas personas tomaban el sol en ambas orillas, mientras otras se daban un baño.

Tanto la Confederación Hidrográfica Miño-Sil como en la propia central hidroeléctrica, gestionada por la empresa Gas Natural-Fenosa, aseguraban el pasado sábado que la espuma era consecuencia del arrastre de fango del fondo de la presa al abrir ésta parte de las compuertas para mantener el caudal ecológico. Sin embargo, la misma compuerta del embalse permaneció abierta y liberando agua durante la jornada de ayer sin que se apreciase la presencia de espuma u otro tipo de contaminación a lo largo del río, que fue inspeccionado en varias ocasiones por Protección Civil y agentes fluviales de la Confederación Hidrográfica para cerciorarse de que el vertido del sábado no había ocasionado daños en la fauna y flora.

Los técnicos del organismo de cuenca recogieron de nuevo muestras de agua para determinar su calidad.

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