Una empresa de Ourense introduce en balnearios de España la tradición rusa de respirar sal

José Manuel González Rodríguez, gerente de la empresa (Foto: efe)
La empresa nacida en Ourense hace 35 años Subita, introdujo en los balnearios de España un 'aerosol salino seco' básico para aplicar el tradicional tratamiento ruso de 'respirar sal' y que este fin de semana se probó, por primera vez, en el balneario de Jaraba (Zaragoza), según explicó su gerente, José Manuel González Rodríguez.
El tratamiento de respirar sal fue prescrito por los médicos del siglo XIX para hacer frente al asma y los primeros lugares del tratamiento fueron las propias minas de sal adaptadas al uso de enfermos en los que además se percibieron mejoras en piel y pelo.

Según González Rodríguez, en los países de la antigua URSS y Europa del Este hay ahora más de mil instalaciones balnearias que ofrecen la posibilidad del tratamiento de respirar sal 'ya que al principio se hacía en minas, como la polaca de Wieliczka y otras en Austria, pero se pudo desarrollar luego un sistema artificial para crear el mismo ambiente', agregó,

El gerente de Subita llegó al nuevo sistema, inédito en España y parte de Europa, a partir de una petición del balneario zaragozano de Jaraba y encontró el 'aerosol salino seco' muy cerca de San Petersburgo, después de meses de búsqueda.

Durante su investigación también conoció estudios médicos que recomiendan respirar sal para cualquier persona con una afección respiratoria, incluidos los hipertensos y enfermos cardíacos, porque sólo se inhalan microgramos de sal que son inocuos para cualquiera, y los niños 'ya que pueden jugar o ver la tele mientras siguen el tratamiento', subrayó.

Durante este fin de semana, el balneario de Jaraba hizo las primeras pruebas del sistema cuyo único problema, según González Rodríguez, es que hay que instalarlo 'de una forma muy cuidada y en un espacio adecuado'.

Tras las primeras pruebas en España, el gerente de Subita espera que un grupo gallego se interese por el sistema tanto para uso terapéutico como lúdico, 'vinculado al uso del agua del mar en los centros de talasoterapia', agregó, ya que los médicos fueron los primeros en pedirle trabajos de colegas extranjeros que estudiaron los efectos de respirar con sal.

Consideró que el aerosol ruso puede abrir un nuevo mercado en el sector de los balnearios, ahora en auge, aunque no es la primera novedad introducida por Subita en ese ámbito, ya que González Rodríguez patentó antes un 'aerosol de agua termal', cuya idea surgió de un viejo pulverizador de micropartículas de agua del siglo XVI que le envió un médico de Santander.

'Yo soy asmático y reconozco que todo lo relacionado con esta enfermedad me resulta estimulante y conozco informes que recomiendan la pulverización de agua hasta los alvéolos para algunas patologías pero el mismo aparato era recomendable también para insuflar agua termal hasta el oído interno para combatir infecciones'.

La historia de la empresa y de su propietario no sólo incluye patentes e innovaciones, sino episodios que la vinculan a una parte de la historia de la provincia, ya que González Rodríguez fue también el instalador del primer sistema de iluminación del campo de fútbol municipal del barrio de O Couto, la del embalse de Os Peares y construyó la piscina olímpica del pabellón de Os Remedios y las públicas de Oira.

También fue el creador de los sillones termales y gran parte de la instalación balnearia de Cuntis (A Coruña) y de los de Arnoia, Lobios y Laias en Ourense, entre los 58 a los que abastece en España y Portugal.

'Nunca me gustó la monotonía', dijo, y esto le viene 'de familia' ya que su madre regentaba la Casa Celia y, además de organizar festines 'enormes e inolvidables' en bodas y encuentros de amigos, es la autora de la receta de 'filloas' recogida por Alvaro Cunqueiro en su primera edición de 'Cociña Galega' y sus recetas eran 'muy solicitadas', agregó.

Entre los 'inventos' de Subita está también su sistema de luz de fibra óptica bajo el agua, bañeras termales de mosaico y otros que son el resultado del trabajo 'casi artesanal' de los ocho trabajadores de la plantilla.

'Ahora apenas patento, porque con pequeñas variaciones cualquiera puede reinventar, pero tenemos que estar más pendientes de todo', dijo.

José Manuel González relató un episodio en el, que tras encargar un molde en Portugal, regresó al taller contratado 'porque sospeché que nos copiaran un sillón térmico y cuando crucé la puerta, me encontré con un segundo molde que destruí con una maza'.

Los sillones térmicos de Subita se diferencian de otros por su menor peso, su forma envolvente y acabado en mosaicos procedentes de diferentes lugares del mundo, escogidos directamente por el gerente en sus continuos viajes.

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