Critican a los concellos de Pereiro y San Cibrao por aprobarla a sus espaldas, pero éstos indican que se tramitó según la ley

Los empresarios buscan la manera de evitar la tasa de aguas residuales

La tasa implantada en los Concellos de San Cibrao y Pereiro por la gestión de aguas residuales ha suscitado un gran enfado entre los empresarios de las áreas afectadas, que aseguraban ayer desconocer por completo que se estuviese tramitando este nuevo tributo.
'Nos cogió totalmente por sorpresa. Estamos indignados y en completo desacuerdo', indicó Alejandro Cruz, presidente del Polígono comercial de Barreiros, una de las cuatro áreas afectadas junto al Parque Tecnológico, el Polígono de San Cibrao y el Parque empresarial de Pereiro. 'Es una normativa muy dura, con tasas muy altas, que llegan a 3.000 euros al año. Las empresas estamos haciendo verdaderos sacrificios por la crisis y nos ponen más impuestos', añadía. El representante empresarial defendió 'que investiguen la procedencia de los vertidos y actúen', pero reclamó que 'no se criminalice a todas las empresas, porque la gran mayoría no contaminan y pagan justos por pecadores'.

Por su parte, el presidente del parque empresarial de Pereiro, Mario Da Costa, expresaba su rechazo a esta medida asegurando que las asociaciones empresariales van a analizar todas las medidas posibles para 'ver si es posible que se anule'. En la misma línea, defendía que se investiguen y sanciones los vertidos, pero 'que de ninguna manera se nos ponga un impuesto más'.

No obstante, tanto el alcalde de San Cibrao das Viñas, Manuel Pedro Fernández, como el teniente de alcalde de Pereiro, Manuel Doval, explicaron que la ordenanza fue tramitada según establece la legislación. En ambos casos se aprobó inicialmente en pleno y se expuso al público durante un plazo de un mes, sin que se presentaran alegaciones. '¿Cómo iba a haber alegaciones, si no sabíamos nada?', indicaron los empresarios.

La ordenanza está ya aprobada definitivamente y se publicó en el BOP (día 30 de diciembre en el caso de Pereiro y 31 en el de San Cibrao). La norma clasifica a las empresas en cuatro grupos, según su potencial contaminante, e impone un tributo que resulta de la suma de una tasa general más un servicio de analíticas. En el nivel 3 (el más contaminante y que debe abonar 2.940,17 euros anuales) hay nueve empresas en Pereiro y 15 en San Cibrao. Mientras, en categoría 2 (en la que corresponde pagar 757,74 euros) se encuentran 23 empresas en el primer municipio y 159 en el segundo. En el nivel 1, para el que la tasa es de 364,60 euros al año, figuran 12 y 127 negocios, respectivamente. Por útimo, la categoría 0, en la que corresponde abonar 93,90 euros, hay 18 y 98 empresas, respectivamente.

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