Aunque en la Finca Santamarina no hayan comenzado aún sus obras de urbanización, no ocurre lo mismo con el sector de A Farixa en el que Eroski proyecta su centro comercial; al menos en teoría porque, después de las obras de explanación iniciadas antes de primavera, retiró la maquinaria del lugar dejando un descampado de lodo y barro sin utilización.
Por eso, aunque las situaciones son distintas, el resultado al final es el mismo en ambos casos, ya que en A Farixa las obras llevan paralizadas desde el pasado mes de mayo y, hasta el momento, no se han retomado. Precisamente con la intención de reanudar los trabajos, miembros de la junta de compensación barajaron la posibilidad de que se produjera una reunión en octubre o noviembre para agilizar los trabajos, lo que, sin embargo, no ha sucedido hasta la fecha.
La paralización de los trabajos de urbanización en A Farixa se basaba principalmente en dos puntos. Por un lado, la situación de inseguridad jurídica en la que quedaba el proyecto después de la anulación definitiva del Plan Xeral, puesto que aunque el centro comercial tenía licencia municipal no ocurría lo mismo con las tiendas que se contemplaban en su interior. Por otro lado, la empresa argumentaba también que era la única propietaria del sector -junto con un particular que poseía una pequeña proporción- que estaba sufragando las obras de urbanización y apuntaba directamente al Concello por no abonar su parte.
Sin embargo, ambos razonamientos quedaron aparentemente subsanados con la inclusión del sector en la ordenación urbanística provisional y con el acuerdo plenario por el que el Concello acordaba destinar su parte -en una primera etapa, 224.000 euros- para la urbanización. Fuentes municipales, sin embargo, explicaban ayer que no tenían conocimiento de una próxima reunión de la junta de compensación pero confiaban en que se puedan retomar pronto las obras, aún teniendo en cuenta la difícil situación económica actual y los posibles problemas de liquidez de empresas como la impulsora del centro comercial.
La paralización de los trabajos de urbanización en A Farixa se basaba principalmente en dos puntos. Por un lado, la situación de inseguridad jurídica en la que quedaba el proyecto después de la anulación definitiva del Plan Xeral, puesto que aunque el centro comercial tenía licencia municipal no ocurría lo mismo con las tiendas que se contemplaban en su interior. Por otro lado, la empresa argumentaba también que era la única propietaria del sector -junto con un particular que poseía una pequeña proporción- que estaba sufragando las obras de urbanización y apuntaba directamente al Concello por no abonar su parte.
Sin embargo, ambos razonamientos quedaron aparentemente subsanados con la inclusión del sector en la ordenación urbanística provisional y con el acuerdo plenario por el que el Concello acordaba destinar su parte -en una primera etapa, 224.000 euros- para la urbanización. Fuentes municipales, sin embargo, explicaban ayer que no tenían conocimiento de una próxima reunión de la junta de compensación pero confiaban en que se puedan retomar pronto las obras, aún teniendo en cuenta la difícil situación económica actual y los posibles problemas de liquidez de empresas como la impulsora del centro comercial.
