La celebración del Derrame Rock en la ciudad el próximo verano está en el aire.
La organización anunciaba ayer que cesa la venta de entradas -asegura que ya había vendido más de medio millar- debido al cambio de criterio del Concello desde que la socialista Ana Garrido se hizo cargo de la Concejalía de Cultura. Así, Garrido rechaza que el Concello aporte una cantidad en metálico como la de la edición anterior -180.000 euros- y propone que la colaboración con el certamen cnsista en el acondicionamiento del recinto -propone Benposta pese a que la edición de 2012 se efectuó en Oira- y apoyo dotacional, así como a la financiación del concierto de Los Suaves y de las actuaciones de grupos ourensanos.
Por ello, y tras mantener diversas reuniones con la concejala, la organización del Derrame Rock se fija como fecha límite el próximo 27 de diciembre para 'buscar una solución a la celebración del festival. En esa fecha anunciaremos el futuro del mismo', señala. En caso de suspensión definitiva, prevé decidir con el Concello 'cómo afrontar los gastos ocasionados, incluyendo la devolución de las entradas vendidas'.
COMPROMISO
La concejala y la organización del festival discrepan sobre el compromiso del Concello. Así, los responsables del Derrame Rock afirman que en agosto mantuvieron diversas reuniones con la anterior concejala de Cultura, la nacionalista Isabel Pérez, 'instándonos a comenzar a gestionar el contrato en las mismas condiciones que en los años anteriores y autorizándonos a iniciar la venta de entradas en una oferta especial por la subida del IVA'. Además, señala que la colaboración que propone el Concello ahora resultará más cara para las arcas municipales, y que están dispuestos a negociarla, como también aceptarían una notable rebaja en la aportación económica si el festival se celebra en el centro de la ciudad. Sin embargo, la concejala afirma que 'no tenemos nada firmado para ese año' y que el Concello 'no se siente en absoluto vinculado a la organización' de este festival más allá de la colaboración propuesta. Para Garrido, el Concello está dispuesto a 'ayudar para que salga bien pero de ninguna manera va a pagar ese montante (la cifra de la pasada edición) y respetaremos que se vaya (el festival a otra ciudad)'.
Precisamente, la falta de apoyos del Principado de Asturias fue la causa de que el Derrame Rock abandonara, desde su edición de 2011, aquella región en donde se había celebrado en sus primeros 16 años de vida.
Por ello, y tras mantener diversas reuniones con la concejala, la organización del Derrame Rock se fija como fecha límite el próximo 27 de diciembre para 'buscar una solución a la celebración del festival. En esa fecha anunciaremos el futuro del mismo', señala. En caso de suspensión definitiva, prevé decidir con el Concello 'cómo afrontar los gastos ocasionados, incluyendo la devolución de las entradas vendidas'.
COMPROMISO
La concejala y la organización del festival discrepan sobre el compromiso del Concello. Así, los responsables del Derrame Rock afirman que en agosto mantuvieron diversas reuniones con la anterior concejala de Cultura, la nacionalista Isabel Pérez, 'instándonos a comenzar a gestionar el contrato en las mismas condiciones que en los años anteriores y autorizándonos a iniciar la venta de entradas en una oferta especial por la subida del IVA'. Además, señala que la colaboración que propone el Concello ahora resultará más cara para las arcas municipales, y que están dispuestos a negociarla, como también aceptarían una notable rebaja en la aportación económica si el festival se celebra en el centro de la ciudad. Sin embargo, la concejala afirma que 'no tenemos nada firmado para ese año' y que el Concello 'no se siente en absoluto vinculado a la organización' de este festival más allá de la colaboración propuesta. Para Garrido, el Concello está dispuesto a 'ayudar para que salga bien pero de ninguna manera va a pagar ese montante (la cifra de la pasada edición) y respetaremos que se vaya (el festival a otra ciudad)'.
Precisamente, la falta de apoyos del Principado de Asturias fue la causa de que el Derrame Rock abandonara, desde su edición de 2011, aquella región en donde se había celebrado en sus primeros 16 años de vida.
