Las dos funcionarias del Imelga no dan abasto con su trabajo, según un sindicato, de forma que los forenses tienen que citar ellos mismos a los pacientes y transcribir sus informes, retrasando así su trabajo. El sindicato pide más personal. Mientras, la seguridad del Pazo de Xustiza podría reforzarse a principios de año.
Meses después de su traslado al antiguo edificio de la Cámara, el Instituto de Medicina Legal (Imelga) continúa apretado. Sin embargo, en esta ocasión el problema no es de espacio sino de personal, según explica el sindicato SPJ-USO. La plantilla de funcionarios se limita a una funcionaria del cuerpo de tramitación procesal y otra de auxilio judicial. Sin embargo, el trabajo es mayor, motivo por lo que los siete médicos forenses adscritos al Imelga de Ourense se ven abocados a realizar ellos mismos las citaciones de los pacientes y la transcripción informática de sus informes, lo que supone una demora en la valoración médica de las personas que hasta ese servicio acuden, asegura Luis Menor. Así, los funcionarios reclaman un aumento de la plantilla en al menos un funcionario más del cuerpo de tramitación y, como medida de choque para paliar su actual situación, el nombramiento de un funcionario de refuerzo.
Además, la formación sindical critica la demora de un año (cuando se instaló un escáner y un arco de seguridad, que no funcionan) de la implantación de medidas de seguridad en el Pazo de Xustiza. No obstante, explica que los policías en segunda actividad que manejarían estos aparatos de seguridad en Ourense podrían empezar a trabajar en enero, una vez resueltos los concursos. Así, en el Juzgado de Xinzo y en el Juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de O Barco ya hay un guardia civil en funciones de vigilancia del edificio. Las plazas para prestar labores de seguridad de los otros juzgados de la provincia quedaron vacantes en la primera convocatoria.
Además, la formación sindical critica la demora de un año (cuando se instaló un escáner y un arco de seguridad, que no funcionan) de la implantación de medidas de seguridad en el Pazo de Xustiza. No obstante, explica que los policías en segunda actividad que manejarían estos aparatos de seguridad en Ourense podrían empezar a trabajar en enero, una vez resueltos los concursos. Así, en el Juzgado de Xinzo y en el Juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de O Barco ya hay un guardia civil en funciones de vigilancia del edificio. Las plazas para prestar labores de seguridad de los otros juzgados de la provincia quedaron vacantes en la primera convocatoria.
