Un año más, la novena de Os Remedios se convierte en uno de los principales puntos de interés del culto cristiano en Ourense, pero en esta ocasión con un cambio de escenario debido a los imperativos de la fatalidad: los graves daños sufridos por la capilla en el incendio producido a finales del mes de julio.
Así lo han manifestado los feligreses que ayer acudieron a las primeras misas de la novena, que se están celebrando en la parroquia de María Auxiliadora. Por unanimidad, mostraron su tristeza por la el incendio de la capilla, como, por ejemplo, Gloria Álvarez, quien aseguró haber acudido 'siempre' a Os Remedios por estas fechas. 'La capilla es como una casa en la que me sentía a gusto', confesaba.
Incluso los feligreses que vienen de diversos lugares más allá de la capital, como Teresa Rodríguez, afirman que el traslado del culto 'supone un cambio a esta tradicional celebración que atrae también a gente de fuera'.
La imagen de la ermita a rebosar de fieles parece que será difícil de olvidar para los asistentes a las misas de María Auxiliadora, ya que muchos explicaron que siempre sintieron cariño por la atmósfera de recogimiento de la capilla por estas fechas.
Pese a todo, los devotos afirman que el traslado a los Salesianos no tiene por qué reducir la afluencia de gente a la novena. Manuel Varela, otro de los feligreses que nunca se pierden la novena, recalcó que 'la pérdida de este recinto emblemático para los ourensanos no tiene por qué reducir el número de fieles'. Lo cierto es que el flujo de personas entrando y saliendo de la parroquia durante el día de ayer ha sido un goteo constante y nada tiene que envidiar a otros años.
Sin embargo, algunos mantienen que lo importante es el culto a la Virgen, independientemente del templo donde se tengan que celebrar las misas, y que 'si realmente se tiene fe mariana, cualquier lugar tiene que servir para rezar a la Señora', tal como mantiene Pura González.
Sobre todo, muchos mostraron su deseo por que la capilla se rehabilite cuanto antes y apelaron a la voluntad tanto de autoridades como de devotos para contribuir a la restauración del templo y que la novena de Os Remedios vuelva cuanto antes a su lugar de origen.
Incluso los feligreses que vienen de diversos lugares más allá de la capital, como Teresa Rodríguez, afirman que el traslado del culto 'supone un cambio a esta tradicional celebración que atrae también a gente de fuera'.
La imagen de la ermita a rebosar de fieles parece que será difícil de olvidar para los asistentes a las misas de María Auxiliadora, ya que muchos explicaron que siempre sintieron cariño por la atmósfera de recogimiento de la capilla por estas fechas.
Pese a todo, los devotos afirman que el traslado a los Salesianos no tiene por qué reducir la afluencia de gente a la novena. Manuel Varela, otro de los feligreses que nunca se pierden la novena, recalcó que 'la pérdida de este recinto emblemático para los ourensanos no tiene por qué reducir el número de fieles'. Lo cierto es que el flujo de personas entrando y saliendo de la parroquia durante el día de ayer ha sido un goteo constante y nada tiene que envidiar a otros años.
Sin embargo, algunos mantienen que lo importante es el culto a la Virgen, independientemente del templo donde se tengan que celebrar las misas, y que 'si realmente se tiene fe mariana, cualquier lugar tiene que servir para rezar a la Señora', tal como mantiene Pura González.
Sobre todo, muchos mostraron su deseo por que la capilla se rehabilite cuanto antes y apelaron a la voluntad tanto de autoridades como de devotos para contribuir a la restauración del templo y que la novena de Os Remedios vuelva cuanto antes a su lugar de origen.
