La fiscal sostiene que el inculpado retiró el pasaporte a la víctima cuando llegó a España, en donde creyó que sería contratada como bailarina y alternando para tomar copas con los clientes, pero sin ejercer la prostitución
Nuno Miguel C.R. volverá a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia en relación a un delito de prostitución perpetrado en el club Dolce Vita, en O Cañizo (A Gudiña). Ya lo hizo en julio, pero fue absuelto.
En esta ocasión, la fiscal, que le pide 14 años de cárcel, también acusa a su pareja sentimental, Rosalba U.V., a quien le atribuye el papel de "madame" del club en el que supuestamente se retuvo contra su voluntad a una mujer de nacionalidad paraguaya que figura en este proceso como testigo protegido y a la que, según su versión, obligaron a prostituirse. Para la inculpada, la acusación reclama nueve años de cárcel.
La fiscal sostiene que el inculpado retiró el pasaporte a la víctima cuando llegó a España, en donde creyó que sería contratada como bailarina y alternando para tomar copas con los clientes, pero sin ejercer la prostitución. Según la organización a la que supuestamente pertenecía Nuno Miguel C.R., la mujer adeudaba 4.000 euros. La joven llegó a relatar que llegó a estar encerrada en el club dos días (sólo le daban agua) para doblegar su voluntad. Hasta que consiguió escapar, la fiscal dice que la madame la golpeó.
