Un incendio obligó ayer a desalojar a 20 familias a la altura del número 65 de la avenida de Santiago de la ciudad, dada la densa humareda que se acumuló en las viviendas y escaleras del inmueble, de siete plantas.
Las llamas comenzaron sobre las cuatro de la tarde y al lugar acudieron de inmediato los bomberos, que se encontraron con las escaleras llenas de humo negro, aunque ninguno de los inquilinos conocía con certeza su procedencia, lo que provocó que salieran todos a la calle. Así, los efectivos de extinción comenzaron a revisar todo el edificio, piso por piso, hasta descubrir que el humo procedía de un trastero que hay en la parte superior, que estaba cerrado. Además, un verja de hierro les impedía acceder a la puerta.
Los bomberos tuvieron que cortar los hierros y, tras forzar el acceso, se percataron de que estaban ardiendo colchones, madera y cajas que el dueño amontonaba en el interior del habitáculo, que quedó prácticamente carbonizado. La Policía Local cortó un carril de la calle a la circulación para facilitar el trabajo de los bomberos, que daban por sofocado el fuego sobre las cinco de la tarde, momento en que los vecinos regresaron a sus viviendas y comenzaron a airearlas. Ninguno de ellos precisó asistencia médica por inhalación de monóxido de carbono. Al lugar se desplazó una patrulla de la Policía Nacional, que abrió una investigación para esclarecer las causas del incendio ante la sospecha de que pudiese ser provocado.
Los bomberos también sofocaron otro fuego que se declaró pasadas las tres de la tarde en la maleza que crece tras la antigua cárcel, en la calle Progreso de la ciudad. Las llamas se declararon en un solar causando alarma entre los vecinos, que temían que se propagasen a sus viviendas.
Los bomberos tuvieron que cortar los hierros y, tras forzar el acceso, se percataron de que estaban ardiendo colchones, madera y cajas que el dueño amontonaba en el interior del habitáculo, que quedó prácticamente carbonizado. La Policía Local cortó un carril de la calle a la circulación para facilitar el trabajo de los bomberos, que daban por sofocado el fuego sobre las cinco de la tarde, momento en que los vecinos regresaron a sus viviendas y comenzaron a airearlas. Ninguno de ellos precisó asistencia médica por inhalación de monóxido de carbono. Al lugar se desplazó una patrulla de la Policía Nacional, que abrió una investigación para esclarecer las causas del incendio ante la sospecha de que pudiese ser provocado.
Los bomberos también sofocaron otro fuego que se declaró pasadas las tres de la tarde en la maleza que crece tras la antigua cárcel, en la calle Progreso de la ciudad. Las llamas se declararon en un solar causando alarma entre los vecinos, que temían que se propagasen a sus viviendas.
