Los dos millones necesarios para redactar otro PXOM son, de momento, el último ‘error’ que subsanar

La gestión de Cabezas supuso para la ciudad pérdidas de al menos 20 millones de euros

Manuel Cabezas. (Foto: Archivo)
La anulación judicial del Plan de Urbanismo aprobado por Manuel Cabezas resultará cara a las arcas municipales, sin contar el bloqueo urbanístico al que someterá la ciudad. Pero la larga lista de ‘errores’ del antiguo regidor ya ha supuesto millones de euros en pérdidas por cuestiones como la recalificación de suelos consolidados, exentos de cesiones, la mala gestión del IBI o los costes por su empeño en despedir ludotecarias o mantener contra toda lógica la concesión de la basura, hasta que el Supremo anuló la ampliación.
Un cálculo realizado sobre al menos seis controvertidas gestiones del ex alcalde de la ciudad Manuel Cabezas arrojan unas pérdidas para el Concello de 19,8 millones de euros (cerca de 3.300 millones de las antiguas pesetas), todo ello sin contar acciones difíciles de cuantificar como el largo pleito que mantuvo contra las ludotecarias o su sorprendente empeño en llevar hasta el Supremo la ampliación de la concesión del servicio de basura y limpieza, a todas luces irregular, como quedó demostrado por el Alto Tribunal.

El caso es que, al margen de estas ‘menudencias’ en el listado de pérdidas millonarias derivadas del gobierno del ex regidor ourensano, los dos millones de euros que será preciso destinar para la redacción del nuevo Plan de Urbanismo y su cartografía -otro tribunal, el Superior de Galicia, ya lo invalidó con seis sentencias judiciales, de momento- no son más que el último capítulo, por ahora, de una extensa lista de ‘errores’ que sustrajeron a la ciudad importantísimos y necesarios ingresos.

La relación no es nueva pero no por ello menos importante. Una estimación media -el PSOE la cifró en 12 millones y el Concello en algo más de dos- por la ‘generosidad’ de Cabezas al perdonar a los constructores la entrega de las obligadas cesiones urbanísticas desde 1997 hasta 2004 han supuesto una pérdida de seis millones de euros (mil millones de las antiguas pesetas) para los ciudadanos; todo ello sin olvidar que diversos técnicos cifraron en otros nueve millones de euros (1.500 millones de pesetas) los fondos que el Concello dejó de ingresar gracias a las ventajosas recalificaciones que Cabezas promovió en el Plan para al menos cinco áreas de reparto -en una más, A Chavasqueira, donde lo intentó, la Xunta en aquel momento de su propio partido echó abajo la operación- donde transformó el suelo no consolidado (obligado a cesiones) en consolidado (exento de destinar al Concello el 10% del aprovechamiento urbanístico) y con la edificabilidad cuadruplicada. Esto mismo hizo con Xardín das Burgas, empresa que recibió del Concello el visto bueno para un hotel-balneario de siete pisos en As Burgas (la edificabilidad pasó de 2.300 a 19.000 metros cuadrados) a cambio de nada, porque el suelo también fue declarado consolidado.

Hasta el Consello de Contas le recriminó reiteradamente por estos hechos, sin que el alcalde se dignase a tomar nota de las recomendaciones del citado organismo.

Otra pérdida notable de ingresos se derivó de las sucesivas multas que el Concello tuvo que pagar por autorizar el derribo irregular de la antigua Casa de Baños (en beneficio de Xar dín das Burgas) -40.000 euros por sanción- o por realizar continuas obras en las riberas de los ríos sin autorización previa de la Confederación Hidrográfica. Y así hasta los casi 20 millones cuantificables, sin que parezca que la lista haya finalizado.



Cuatro mil pisos exentos de la contribución

La deficiente gestión del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y su falta de actualización en el Catastro permitió que, según el propio Concello, unas 4.000 viviendas construidas antes de 2005 quedasen exentas, durante varios años, de abonar la contribución urbana. Provocó un gran escándalo en la ciudad cuando se descubrió el asunto al efectuar la revisión catastral y la oposición, que puso el grito en el cielo por ello, cifró las pérdidas para el erario público en 2,3 millones de euros (casi 383 millones de pesetas) según la cuentas de BNG, porque el PSOE las elevó a unos 10 millones de euros (1.500 millones de pesetas). En aquel momento todos recordaron el pleito innecesario abierto contra la empresa constructora del campo de hockey de Mariñamansa, que obligó al Concello a abonar 370.000 euros (61,5 millones de pesetas) y correr con las costas del juicio; o el ‘agujero’ del Pabellón de Os Remedios (casi 184 mil euros o 30,6 millones de pesetas).

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