La Federación de Comercio de Ourense celebrará elecciones el 8 de septiembre tras anunciar su actual presidente, Aurelio Gómez Villar, que no seguirá al frente de los comerciantes locales
La Federación de Comercio de Ourense celebrará elecciones el 8 de septiembre tras anunciar su actual presidente, Aurelio Gómez Villar, que no seguirá al frente de los comerciantes locales. Podrán votar cerca de 300 compromisarios y, de momento, no se baraja ningún nombre del futuro presidente o presidenta.
El pasado lunes comunicó su renuncia a la presidencia. ¿Cómo se tomaron la decisión los compañeros?
El comentario prácticamente unánime era de que agotara el mandato o que demorase la presentación de la dimisión, pero es una decisión meditada y firme por lo que les pedí que respetaran mi voluntad de dejar la Federación de Comercio de Ourense en estos momentos. Al final llegamos a un acuerdo fijando incluso las fechas de elecciones y el proceso de convocatoria ya está en marcha.
¿Cuáles fueron los motivos por los que decidió dimitir antes de agotar el mandato, que finalizaría en 2017?
El principal es el largo periodo que llevo de presidente. En total, 25 años. De hecho, cuando me eligieron presidente en 2013 les comenté que sería la última vez que me presentaba, porque estaba y estoy convencido de que tocan nuevos tiempos en la Federación de Comercio. Indudablemente, existen otras circunstancias que no me animan a seguir. Siempre me resultó muy fácil desarrollar mi función por el compañerismo que había y el buen ambiente, que sigue habiendo dentro de la Federación. Sin embargo, en el ámbito empresarial estamos viviendo un momento que no nos gusta, sobre todo a los que somos veteranos y tenemos la experiencia de muchos años. Este ambiente enrarecido entre diferentes asociaciones es otro de los motivos por los que me apetece salir de este tema.
Habla de desunión en el ámbito empresarial. ¿En qué temas?
Más que desunión... Sí, quizás hay un problema efectivamente de falta de unión. Puede que la mayor parte de las asociaciones sigan funcionando bien, pero a nivel conjunto de todos los que formamos parte de la estructura orgánica de esta provincia no estamos en el mejor momento. La prueba la tenemos en la falta de una sintonía a favor de la continuidad de la Cámara de Comercio, la falta de liderazgo en temas empresariales o de posicionamiento en determinados temas muy importantes para la provincia. La Confederación de Empresarios de Ourense tuvo posiciones muy importantes, como en su momento a favor del Campus universitario. Además, ha luchado mucho por las infraestructuras y fue clave en el trazado exterior del AVE; es decir, fue una organización históricamente muy reivindicativa defendiendo el interés general, pero actualmente se echa en falta ese liderazgo y esa posición empresarial que yo conocí en etapas pasadas.
¿Cuál fue la mejor etapa de la Confederación de Empresarios?
Estuve con los últimos cinco presidentes y 28 años ininterrumpidos en el comité ejecutivo de la Confederación. Empecé con Miguel Ángel Pérez y recuerdo que fue una etapa de una gran implantación social de la Confederación, porque desde allí se intervenían en otros muchos ámbitos, al margen de lo que era propiamente el empresarial. Estaba encargado de los temas culturas de la Confederación. De hecho, fue mi primera oportunidad de entrar en los ámbitos culturales de la ciudad. Le siguió una etapa muy técnica con Manuel Martínez Rapela, posicionada en temas de infraestructuras. Después vino una fase breve pero también importante con Manuel Cabezas y otra larga y fructífera con Francisco Rodríguez. Fue en la de Paco cuando se construyó la nueva sede de la Confederación de Empresarios, una de las mejores incluso a nivel nacional. Ahora estamos viviendo una etapa menos activa.
Decepción también por la situación de la Cámara de Comercio...
Ourense no debería permitir la pérdida de un sello tan importante como es el de la Cámara de Comercio. Esta provincia, porque además es cámara provincial, no debería nunca perder esa gestión que le corresponde en algunos ámbitos empresariales. Por otro lado, no se ve un especial interés, aunque sí es cierto que hay un borrador de convenio entre la Federación de Empresarios y la Cámara para intentar solventar esta situación. Sin embargo, este acuerdo lleva bastantes meses en algún despacho pero no se resuelve.
¿Cuál es la solución?
Sigo haciendo un llamamiento a la unidad clara, decidida y con sinceridad. Creo que hay que poner el hombro entre todos y olvidarse de diferencias, que las puede haber entre personas, y buscar el bien común. La clave es el diálogo y la unión. No hay otro camino sobre todo en un momento en el que todavía estamos padeciendo las consecuencias de la crisis económica.
En cuanto a las rebajas de verano, ¿cómo está siendo la campaña?
En general, llevamos más de un año en el que se está notando una ligera recuperación en los resultados con respecto a los mismos meses de los años anteriores. En las tres últimas campañas de rebajas se constata una leve recuperación. Repito. Leve recuperación. Se prevé una mejoría de entorno el 3 y el 4% respecto al 2015. Unas previsiones modestas pero reales y que al final de campaña conseguiremos. No obstante, las campañas de rebajas cambiaron en los últimos años con la caída del calendario de rebajas. Se perdió aquel efecto mediático del 7 de enero y el 1 de julio. Indirectamente, también se perjudicó al consumidor, que muchas veces no sabe cuándo empiezan las rebajas.
¿Están desde la Federación luchando para recuperar el calendario?
Hemos trasladado en muchas ocasiones quejas a través de la Federación de Ourense y de la gallega, de la que formamos parte, y de la española. Entiendo que en su momento, cuando se decidió anular el calendario, posiblemente era con el convencimiento de que sería positivo para reactivar la economía en el comercio y generar puestos de trabajo. La experiencia nos dice que nada mejoró en el ámbito comercial y creo que no sería nada malo que cuando un gobierno toma una decisión y no es la acertada, sea capaz de rectificar.
