Veinte pajares carbonizados y otros tantos palomares; cinco casas y ocho bodegas con cuantiosos daños; nueve establos de ganado y decenas de hectáreas de viñedo, incluidas los postes de madera y vallas plásticas que cercaban las vides. Estos son algunos de los daños que ocasionó el incendio que se originó el pasado 10 de agosto en Santigoso (O Barco) y, según los datos que dio a conocer Medio Rural, calcinó durante cuatro días 1.600 hectáreas de monte raso y arbolado en los municipios de O Barco y Rubiá.
Técnicos de ambos concellos continúan estos días recopilando inmuebles y propiedades afectadas por el fuego entre los afectados. De momento, ni el alcalde de O Barco, Alfredo García, ni el de Rubiá, Elías Rodríguez, se atreven a poner una cifra a los daños hasta que esté concluido el informe, pero el personal que está realizando el trabajo de campo estima, teniendo en cuenta ya todo lo anotado, que superan los cinco millones de euros.
El propio Elías Rodríguez reconoció que las llamas calcinaron muchas propiedades privadas, sobre todo viñedo y 'soutos' de castaños. 'El desastre fue enorme', lamentó el regidor, recalcando que las infraestructuras municipales también se vieron afectadas. 'Tenemos varias pistas y caminos muy dañados por el paso de los efectivos de extinción. También afectó a las captaciones de agua de A Veiga de Cascallá, Barrio y O Castelo', apuntó el regidor, añadiendo que están revisando el abastecimiento a las tres localidades para tomar medidas (colocar filtros y reponer tuberías afectadas por el fuego) para evitar la entrada de ceniza y tierra en caso de una tormenta.
En O Barco, según Alfredo García, también se están revisando todas las instalaciones municipales (punto limpio, planta de compostaje, alumbrados públicos y red de saneamiento y abastecimiento) afectadas por el fuego. El regidor también temen a los arrastres de ceniza y tierra, que, a su entender, 'suponen otro problema que ya tenemos que solucionar'.
El propio Elías Rodríguez reconoció que las llamas calcinaron muchas propiedades privadas, sobre todo viñedo y 'soutos' de castaños. 'El desastre fue enorme', lamentó el regidor, recalcando que las infraestructuras municipales también se vieron afectadas. 'Tenemos varias pistas y caminos muy dañados por el paso de los efectivos de extinción. También afectó a las captaciones de agua de A Veiga de Cascallá, Barrio y O Castelo', apuntó el regidor, añadiendo que están revisando el abastecimiento a las tres localidades para tomar medidas (colocar filtros y reponer tuberías afectadas por el fuego) para evitar la entrada de ceniza y tierra en caso de una tormenta.
En O Barco, según Alfredo García, también se están revisando todas las instalaciones municipales (punto limpio, planta de compostaje, alumbrados públicos y red de saneamiento y abastecimiento) afectadas por el fuego. El regidor también temen a los arrastres de ceniza y tierra, que, a su entender, 'suponen otro problema que ya tenemos que solucionar'.
