“No haber hecho el verán cultural es de lo único que me arrepiento"

He tenido la oportunidad de escuchar íntegramente la penosa rueda de prensa que ofreció el pasado treinta y uno de agosto el señor Mario González, en la que daba explicaciones a propósito de su renuncia al cargo de concejal de Cultura del Concello de Ourense. Poco se podía esperar de alguien que comienza diciendo "voy a hablar en castellano porque tengo más recursos literarios". Una de dos, o no sabía de lo que hablaba, o nos iba a apabullar con metáforas, elipsis e hipérboles. Ironías aparte, al margen de su gusto por rellenar la intervención de contenidos prescindibles - y que producen cierto sentimiento de vergüenza ajena - como dar información relativa a su familia: "tengo una hija que tiene varias empresas en Barcelona". A sus aficiones artísticas: "Toco el piano todos los días". A su curriculum o el cansino peloteo a los funcionarios de Cultura. El señor Mario González no ha dado ningún dato relevante acerca de su gestión en estos catorce meses en los que todos los contribuyentes hemos pagado su sueldo. Dado que él no quiso hablar del tema, cabe preguntarse qué aportación ha realizado a la vida cultural de la ciudad. A pesar de no tener mucho tiempo, y de que el periodo de confinamiento lo paralizó todo, realmente este concejal lo aprovechó a conciencia porque hizo cosas importantes. Trascendentes diría yo. Y tanto. Lo primero fue cargarse el verano cultural 2019, un mero aperitivo para lo que seguiría después: dejar de organizar el Festival Pórtico do Paraíso y dejar de apoyar al FITO. Casi nada. Dos Festivales Internacionales con larga trayectoria de éxito y prestigio demostrables. Además, se deshizo del Festival de Cine. Que lo hicieran otros. Bueno - alguien puede pensar - es que era un mandado... El alcalde le ordenó hacerlo, quizá no quería, pero lo hizo, y además lo defendió en un vergonzoso pleno plagado de mentiras y/o medias verdades. A partir de ahí, destacó en mediocridad (celebración de San Martiño) o directamente hizo el ridículo (Belén en la Alameda). Hasta se formó en el mundo de la cultura de la ciudad una plataforma de afectados. En esos meses, ¿cuál era su visión de la cultura comparada con la del alcalde? Desde afuera no hemos visto la diferencia. Todos llevamos años sabiendo cómo se las gasta el ínclito Jácome, y él debería saberlo mejor que nadie, sobre todo cuando en su momento le ofreció el cargo. Me temo que su breve paso por el cargo de concejal de Cultura va a quedar asociado para siempre como el del más destructivo ataque a la Cultura protagonizado desde el Concello de Ourense que se recuerde. Eso sí con mucha "elegancia y señorío". La teoría más probable a esta actitud de quedabien que demostró en esa rueda de prensa, es que mientras le interesó el cargo - que por cierto le ha venido muy, muy grande, enorme - fue la voz de su amo; esto es, afinidad total con la política cultural de su alcalde, que hizo propia. - "he conseguido hacer lo que quería" - y cuando le recomendaron que había que abandonar la nave más pronto que tarde, sale diciendo lo de sus discrepancias con él y su visión completamente opuesta a la suya de la cultura. Don Mario, esto nadie se lo cree, que no nacimos ayer. No obstante, a pesar de todo lo expuesto, le doy la razón en algo: Ourense no se merece esto: a alguien como usted dirigiendo la vida cultural de nuestra ciudad. Y por cierto, si escribe como habla, no me extraña que sus editores le estén esperando enfadados...¡A saber para qué!