La Iglesia urge a intervenir en la capilla de Os Remedios

San Roque recorrió parte del casco histórico a hombros de la Policía Local.
Un año más, el Día de San Roque llegó a la ciudad, pero en esta ocasión lo hizo con cierta dosis reivindicativa. La tradicional misa, que honra al patrón de la Policía Local, sirvió para reclamar actuaciones y decisiones políticas relativas a la capilla de Os Remedios, que acumula ya dos años de abandono tras el incendio que calcinó buena parte de su estructura.
El canónigo José Carlos Fernández Otero fue el encargado de pronunciar la homilía, en la que apeló en varias ocasiones a la malograda capilla lamentando la 'ineficacia' general para acometer medidas.
Fernández Otero no olvidó tampoco en sus palabras otros temas de gran actualidad, como la crisis económica o lo que definió como 'peste del paro', y aprovechó para pedir a los políticos que 'arrimen el hombro' y se unan ante las dificultades 'por el futuro de la ciudad'.
Todo ello en una ceremonia religiosa que presidió el deán de la Catedral, Serafín Marqués, y a la que, como cada año, acudió parte de la corporación municipal. Con el alcalde, Francisco Rodríguez, a la cabeza, a la procesión y posterior misa acudieron la edil de Urbanismo, Áurea Soto; la de Participación Ciudadana, María Devesa, y los miembros de la oposición Rosendo Fernández, Belén Iglesias, José Luis Valcarce, Guillermo Collarte y Bernardino González. El pendón fue portado, un año más, por el concejal de Termalismo, José Ángel Vázquez Barquero.
Fueron muchos los fieles que no quisieron dejar de celebrar el Día de San Roque y que le acompañaron en su habitual procesión desde la Catedral hasta la iglesia de Santa Eufemia. Allí recibió la bendición de la Virgen y recorrió el camino de vuelta por la plaza Mayor.
El protocolo de cada año sólo se rompió cuando Fernández Otero invitó a los maceros a tomar asiento en los bancos del altar mayor, junto a los concelebrantes.

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