Hace 14 meses que se acordó cambiar el trazado en la ciudad, pero aún no se expuso al público

La integración urbana del AVE ejemplifica una mala planificación que tuvo que ser corregida

Vista de la línea ferroviaria a su paso por la ciudad de Ourense. La vía del tren genera una división entre los barrios ubicados a ambas márgenes. (Foto: José Paz)
La integración urbana del AVE es ejemplo de una mala planificación que tuvo que ser corregida a instancias de la sociedad ourensana. En principio sólo se iba a remodelar el trazado actual, pero luego se acordó ejecutar una variante, con menos afectación urbana. El cambio se anunció hace 14 meses y aún no salió a información pública.
La integración urbana de la alta velocidad en Ourense no sólo acumula retrasos, sino que también es ejemplo de una mala planificación que tuvo que ser corregida. En un estudio presentado en 2004, el Ministerio de Fomento proyectó que el AVE entraría a la ciudad por el trazado actual, que sería remodelado para reducir su impacto. Poco después, en mayo de 2005, el entonces conselleiro de Política Territorial, Alberto Núñez, presentaba en el Concello ourensano un proyecto de integración que había enviado al ministerio, que consistía en la creación de túneles que reducirían la división actual que supone la vía entre los barrios ubicados a ambos márgenes, así como actuaciones para reducir su impacto estético. No fue hasta noviembre de 2006 cuando la CEO se pronunció en contra de este trazado, que mantenía la división urbana, y reclamaba que se construyese una variante externa a la ciudad, que también permitiría remodelar la trama ferroviaria actual y destinarla a otros usos (entre los que se planteó la creación de un tranvía). Este pronunciamiento suscitó muchas críticas iniciales entre todos los grupos políticos, entre ellas las del entonces alcalde, Manuel Cabezas. No obstante, la CEO dio a conocer su proyecto entre las organizaciones empresariales, colegios profesionales o colectivos vecinales, que se fueron sumando a su reivindicación. Finalmente, en enero de 2008, el actual alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, mantenía una reunión en el Ministerio de Fomento con el director general de Ferrocarriles, Luis de Santiago, que se comprometía a ejecutar una variante externa para el AVE. Además de la mejora del trazado y la reducción de su impacto urbano, el nuevo proyecto supone un aumento de la inversión para la ciudad, que inicialmente iba a ser de 61 millones de euros y, con el nuevo proyecto, se acercará a los 500.

El soterramiento de la estación, aún sin decidir

Transcurridos ya 14 meses desde que se comprometió el cambio de trazado, el nuevo proyecto todavía no se ha sometido a exposición pública. El secretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, y el director general de Ferrocarriles, Luis de Santiago, acudieron el pasado mes de enero a Ourense para presentar el trazado con el que están trabajando y entonces se comprometieron a que saldría a exposición pública poco después (no quisieron concretar la fecha), sin que todavía se haya producido. Supondría la modificación de un tramo de 16 kiló metros, desde Taboadela hasta el Empalme. En ese encuentro, Víctor Morlán señalaba que todavía no se había concretado ‘el tipo de estación que va a haber’, ya que los colectivos vinculados a la CEO que demandaron el cambio de trazado reclaman también que se soterre la estación. Además, Morlán reiteraba en la reunión que ‘trabajamos con el horizonte de que todos los temas que tienen que ver con la llegada de la alta velocidad a Galicia estén listos en 2012’, plazo que continúan manteniendo desde Fomento a pesar del retraso en muchos de sus tramos.



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