EDIFICIO JUDICIAL

Los jueces piden respuesta a las quejas sobre el Pazo de Xustiza

photo_camera El juez propone suprimir la malla metálica porque resta luz.

El decano envió un listado con 27 reclamaciones sobre el nuevo edificio hace más de un mes

El juez decano de Ourense, Leonardo Álvarez, sigue aguardando casi mes y medio después la respuesta de la Consellería de Xustiza a las deficiencias que, según valoraron los distintos operadores jurídicos, presentaba el nuevo edificio judicial en O Couto. La Dirección Xeral de Xustiza, hasta la fecha, no sólo ignoró su escrito de siete folios, con 27 puntos, sino que tampoco hubo llamadas telefónicas para acercar posturas.

El magistrado justificó su listado en el deseo de "conseguir un mejor servicio a los justiciables", así como en lograr "una mayor funcionalidad del edificio, mayor comodidad y seguridad de los usuarios". En alguno de sus planteamientos, urgía soluciones con carácter "urgentísimo".

Entre las peticiones, Álvarez tenía claro que sería necesario ubicar la oficina de atención al ciudadano en la planta principal de acceso, unida a la sala de vista número 2. Más aún, mostraba su sorpresa con el emplazamiento escogido (el primer sótano): "Pierde gran parte de su funcionalidad y obliga a los agentes de seguridad, situados a la entrada, a convertirse en informadores, función que no les corresponde".

También reclamaba mayor superficie (anchura) a los estrados existentes en las salas de vista y dotar a éstas últimas de un sistema de vídeo conferencia. El decano también se hacía eco de las quejas de los funcionarios que han provocado disfunciones en su salud y comodidad. Según plantea, los mostradores, mesas y cableado del Registro Civil, Decanato y Servicio Común de Notificaciones "deben estar adecuados a las necesidades del funcionariado y del público".

Entre las disfunciones, hay varias relativas a la seguridad del edificio y hasta cuestiones de higiene que, a su juicio, deben ser resultas cuanto antes. "Debe procederse a la apertura de una venta abatible en el despacho del juez de guardia puesto que el elevado flujo de detenidos y su bajo nivel de higiene provoca que en muchos momentos resulte imposible trabajar", dice el decano. En este capítulo también incluye la apertura de ventanas en las consultas de los forenses por el mismo problema.

Al igual que denunciaron los sindicatos ante la Inspección de Trabajo, Leonardo Álvarez insta a "mejorar con urgencia"la iluminación de oficinas y despachos, poniendo como ejemplo las medidas adoptadas en Instrucción 3.

Para el togado, uno de lo mayores problemas del edificio judicial está en la planta tercera, donde se encuentran los tres juzgados de instrucción y los dos penales, pero "carece de una oficina de espera para las víctimas de violencia de género sin estar en contacto con el agresor. Tampoco los juzgados tienen un despacho para recibir las declaraciones de los imputados. Este déficit podría corregirse -razona- trasladando el Juzgado de lo Penal 2 bis.

El decano también propone cambios estructurales como ventanas abatibles hacia los patios de luces en todas las oficinas judiciales así como la retirada de los aseos en las plantas destinadas a juzgados. Repara en que los servicios públicos "quitan la poca luz interior que llega a las oficinas".

También propone trasladar a los procuradores a la sala de atención al ciudadano para emplazar en ese espacio el servicio de Correos. Otro de los cambios propuesto pasa por quitar la malla metálica que protege al inmueble, una de las insignias del proyecto arquitectónico, ya que, según razona, "genera vértigo y mareo y su utilidad es muy relativa".

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