Los dos operarios sin contrato heridos en el castillo diabólico les quedaron secuelas muy graves
Un accidente laboral grave ocurrido en las fiestas del barrio de A Ponte en el verano de 1999 llegará a juicio el próximo día 11. Siempre y cuando ningún avatar más lo impida ya que en es la cuarta vez que se aplaza, sin olvidar la prolongada tramitación procesal hasta 2011.
La vista ya estaba fijada para este último viernes pero hubo que suspenderla porque hete que el juez que durante un tiempo participó en la instrucción está hoy asignado al Penal 2, órgano al que le compete el enjuiciamiento, por lo que debe abstenerse y pasar a su compañera de juzgado. El pasado 3 de julio también se suspendió por la ausencia de un testigo. El 8 de abril, no estaba uno de los acusados y en julio de 2014 faltaban los peritos.
El procedimiento, en el que sólo hay acusación particular ya que el fiscal considera que están prescritos los delitos, alude al accidente ocurrido en un atracción -el castillo diabólico- de la fiestas del barrio de A Ponte. En su día el juez lo archivó, pero la Audiencia ordenó reabrir el caso.
Dos operarios contratados de forma verbal por los acusados, el empresario propietario de la atracción, Francisco C.C., y su hijo Francisco Javier C.C., sufrieron lesiones graves que los incapacitaron cuando trabajaban en el montaje . Los dos trabajadores, junto a un tercero de nacionalidad rusa que no quiso denunciar, estaban subidos al tráiler de la barraca el 22 de julio de 1999 cuando se cayeron al vacío desde una altura de unos cinco metros al ser golpeados por un tejado voladizo. Según la acusación particular, "la causa directa y principal del accidente está en la rotura de la anilla de sujeción y en la realización de trabajos de altura sin la adecuadas medidas de protección colectivo o individual". Alega que las víctimas se negaron en un principio a hacer el trabajo en altura encomendado pero "fueron obligados por los empresarios que se aprovecharon de su estado de necesidad".
