El juicio del accidente ferroviario de Villada en Palencia, en el que murieron dos ourensanos, comienza mañana

La sala de la Audiencia provincial de Palencia acogerá a partir de mañana, lunes, la vista oral por el accidente ferroviario registrado el 21 de agosto del 2006 en Villada (Palencia) en el que fallecieron siete personas, entre ellas, los ourensanos, Diego Fernández, de 22 años, y su novia Mercedes M., de la misma edad. Otros 95 viajeros resultaron heridos.
El juicio por el accidente ferroviario registrado el 21 de agosto del 2006 en Villada (Palencia), en el que fallecieron siete personas, entre ellas los ourensanos Diego Fernández, de 22 años, y su novia, Mercedes M., de la misma edad, comenzará el lunes en la sala de la Audiencia provincial de Palencia.

La vista se prolongará durante cinco días con un único procesado, el maquinista del convoy, identificado como J.L.P.G., natural de León, al que el fiscal considera presunto autor de siete delitos de homicidio imprudente y 95 delitos de lesiones también imprudentes. En el siniestro, además de las siete personas fallecidas, otros 95 viajeros resultaron heridos.

El ministerio público solicitá en su escrito de acusación dos años y medio de prisión por los citados delitos. El fiscal pide indemnizaciones para los afectados por daños y secuelas que asciende a 1.642.000 euros, más los intereses y hace responsables civiles directos a la compañía de seguros AXA Corporate Solutions y responsable subsidiario a Renfe.

La citada aseguradora ya ingresó un montante de 203.696 euros a los familiares de las personas que fallecieron en el siniestro.

El auto de apertura de vista oral lo firmó el titular del Juzgado de lo Penal de Palencia, en cuya sala se debería celebrar la vista, pero decidió cambiarse para la sala de la Audiencia ( al dispone de más espacio), ante la sospecha de que acuda numeroso público.

El fiscal alega en su escrito de acusación que el maquinista del tren siniestrado, que cubría la línea Vigo-Hendaya, compuesto por locomotora y vagones, en los que viajaban 426 personas, ‘lejos de reducir la velocidad a los límites obligados en la zona, la mantuvo muy elevada para la maniobra que debía realizar, llegando el tren al cambio de vía, cerca de la estación, a 125 kilómetros por hora, lo que provocó descarrilamiento’.

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