El veredicto reclama que suspenda la condena, que conllevaría hasta un máximo de tres años

El jurado culpa a un pastor por un fuego pero pide el indulto

El acusado, ante su abogada, el letardo de la Xunta y la fiscal. (Foto: Xesús Fariñas)
El tribunal del jurado declaró culpable del delito de incendio a Emilio Rodríguez Alonso, de 67 años y vecino del municipio de Trasmiras. Por ocho votos contra uno, el jurado consideró probado que el 22 de agosto de 2007, el acusado prendió fuego con un mechero cuando se hallaba en el monte cuidando a su rebaño de ovejas. El fuego se propagó y calcinó 3.200 metros cuadrados de monte bajo. El veredicto incluye la solicitud de la concesión del indulto y la suspensión de la ejecución de la pena de prisión para el encausado.
Durante la práctica de la prueba oral, el acusado se había acogido a su derecho de no declarar, y el jurado habría de conformarse con oír a los testigos de los hechos, y a los técnicos que evaluaron el terreno durante y después del incendio. Uno de los vecinos de A Ermida, que la tarde del 22 de agosto realizaba obras en el tejado de su casa, fue el primero en situar a Emilio Rodríguez Alonso en el perímetro del monte. 'Lo vi guardando las ovejas', señaló, y cuando advirtió que comenzaba a salir humo, 'le grité que nos iba a quemar a todos'. En ese momento, 'él trató de esconderse entre los árboles y luego se escapó'. El testimonio de su mujer no distó de este relato. Ella había ido a recoger pepinos en una huerta colindante con el terreno ardido. 'Emilio estaba sentado al lado de un castaño'. El punto exacto en el que, según señaló uno de los agentes forestales, se ubicó el inicio del fuego. Media hora después, cuando comenzó a arder, 'lo vi corriendo con las ovejas, agachando por el camino, para que no lo viesen', dijo la mujer. Ese camino, como también declararon los guardias civiles, era el único que permitía acceder al lugar donde comenzó el fuego.

Los agentes forestales aportaron testimonios cruciales. Primero, a la hora de determinar que el fuego fue 'intencionado'. La denominada 'unidad básica de combustible', situada ese día y en ese lugar en el 12%, eliminaba la posibilidad de que ardiese por accidente o negligencia. 'Fue necesario aplicar una fuente de calor intenso para que comenzase a arder'. El punto donde prendió 'era un buen sitio porque había maleza, corría el viento y era accesible'. En base a su experiencia, los agentes se inclinaron porque todo empezó por un 'mecherazo'. Emilio Rodríguez era fumador. A la entrada de la parcela de monte quemada se hallaron colillas y un paquete de tabaco de la marca Burton, que coincidía con el mismo tipo de tabaco que hallaron en el perímetro de su vivienda.

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