Rubén L.G. se enfrenta a la petición de siete años de cárcel por haber lesionado a un hombre que perdió la visión de un ojo. Los hechos ocurrieron cuando ambos se encontraron en un bar

Justifica una agresión por el miedo que tenía a la víctima

Rubén L.G., ayer en la Audiencia. (Foto: XESÚS  FARIIÑAS)
Rubén L.G. reconoce que, pensando que Juan Manuel F.D. le iba a clavar una navaja -'sentí pánico cuando se echó a mí con una mano al bolsillo'- , forcejeó con él cuando se encontraron el 1 de diciembre de 2010 en el interior del bar 'Perla 2'. A consecuencia de ello, según la versión dada ayer en el juicio desarrollado en la Audiencia, cayeron al suelo y su contrincante resultó herido. Hasta el punto de que le estalló el globo ocular izquierdo, perdiendo la visión de ese ojo (del otro ya penas veía por una enfermedad de niño). Según su versión, su única intervención decidida consistió en haberle llamado la atención al
reconoce que, pensando que Juan Manuel F.D. le iba a clavar una navaja -'sentí pánico cuando se echó a mí con una mano al bolsillo'- , forcejeó con él cuando se encontraron el 1 de diciembre de 2010 en el interior del bar 'Perla 2'. A consecuencia de ello, según la versión dada ayer en el juicio desarrollado en la Audiencia, cayeron al suelo y su contrincante resultó herido. Hasta el punto de que le estalló el globo ocular izquierdo, perdiendo la visión de ese ojo (del otro ya penas veía por una enfermedad de niño). Según su versión, su única intervención decidida consistió en haberle llamado la atención al contrincante por 'las cosas que le decía a la camarera y que rozaban la vejación'.

Pero la víctima testificó todo lo contrario. 'Estaba hablando con la camarera y Rubén me preguntó si molestaba, le dije que sí y cuando me giré del taburete noté un impacto en el ojo izquierdo', relató José Manuel F.D a la sala.

Su versión estuvo respaldada por la empleada del local cuando ésta aseguró que 'Rubén empezó la pelea'. Más aún, para ella era el acusado el que estaba bebido no la víctima, tal como sostiene la defensa.

Entre los testigos, el entonces dueño del bar dio algo de oxígeno al inculpado cuando reconoció que a Juan Manuel le había prohibido la entrada al bar 'porque es una persona violenta' y que éste último solía llevar una navaja en el calcetín. El inculpado reconoce que lo golpeó (no en el ojo) para defenderse dado el temor que sentía ante su contrincante, un hombre al que tildó de 'broncas' en cual 'no era la primera vez que hacía cosas malas'.

La forense que examinó al lesionado puso algo más de claridad sobre lo ocurrido. A su juicio, la pérdida de visión fue fruto de un desprendimiento de retina a consecuencia del estallido del globo ocular, 'compatible con un fuerte golpe de un puño'.

La defensa del procesado negó que la lesión fuera a consecuencia de un puñetazo y recalcó la actuación de su patrocinado (la pelea) por 'un miedo insuperable' hacia la víctima de la agresión dados sus antecedentes.

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