El sospechoso de abordar a cuatro niños en las inmediaciones de tres colegios de la ciudad, el pasado mes de marzo, compareció ayer como acusado de un presunto delito de agresión sexual. El fiscal pide para él dos años y medio de prisión.
Apenas un mes después de comparecer en el Juzgado como sospechoso de abordar a cuatro niños cerca de tres colegios de la ciudad y pedirles que lo acompañaran, Juan L.C. volvió ayer al Pazo de Xustiza. En esta ocasión lo hizo para comparecer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense acusado de un presunto delito de agresión sexual a una joven. El juicio se celebró a puerta cerrada para preservar la intimidad de la víctima, que en el momento de los hechos (18 de febrero del año pasado) tenía 19 años.
La víctima reconoció al acusado como el hombre que, a las dos y media de la madrugada de aquel día, la abordó por detrás cuando entraba en el portal de su casa en la ciudad y le tapó la cabeza con una prenda de ropa. Asimismo, según la acusación, la tiró al suelo y la empezó a manosear por todo el cuerpo, incluso llegando a introducirle la mano en el interior de su ropa interior. No obstante, los gritos de la joven disuadieron a su agresor que, ante el temor de verse descubierto, se dio a la fuga. Días después, sobre la misma hora, la joven y una amiga vieron al mismo hombre -según ellas, el acusado- en el portal, pues supuestamente la estaba esperando, aunque al verse reconocido se marchó.
Trabajando A pesar del reconocimiento de la víctima, Juan L.C. sostuvo en el juicio que él no fue la persona que la agredió. Aseguró que a la hora en que ocurrieron los hechos que se le imputan estaba trabajando y que no finalizó su trabajo hasta las tres de la madrugada. Su defensa alegó, además, que la víctima había asegurado en un primer momento que su agresor era rubio, lo que no coincide con el acusado. Por su parte, el fiscal y la acusación particular matizaron que, después de aquella primera manifestación realizada cuando se encontraba nerviosa por lo que le había ocurrido, la joven reconoció sin lugar a dudas al acusado, tanto fotográ ficamente como en persona, como su agresor.
El juicio quedó visto para sentencia y será la magistrada la que se pronuncie. El acusado se enfrenta a una petición del Ministerio Fiscal de una pena de dos años y medio de prisión (tres solicita la acusación particular) y a la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima y de comunicarse con ella.
Juan L.C. está en prisión provisional en relación a su reciente detención por supuestamente abordar a tres niños y una niña en la ciudad.
La víctima reconoció al acusado como el hombre que, a las dos y media de la madrugada de aquel día, la abordó por detrás cuando entraba en el portal de su casa en la ciudad y le tapó la cabeza con una prenda de ropa. Asimismo, según la acusación, la tiró al suelo y la empezó a manosear por todo el cuerpo, incluso llegando a introducirle la mano en el interior de su ropa interior. No obstante, los gritos de la joven disuadieron a su agresor que, ante el temor de verse descubierto, se dio a la fuga. Días después, sobre la misma hora, la joven y una amiga vieron al mismo hombre -según ellas, el acusado- en el portal, pues supuestamente la estaba esperando, aunque al verse reconocido se marchó.
Trabajando A pesar del reconocimiento de la víctima, Juan L.C. sostuvo en el juicio que él no fue la persona que la agredió. Aseguró que a la hora en que ocurrieron los hechos que se le imputan estaba trabajando y que no finalizó su trabajo hasta las tres de la madrugada. Su defensa alegó, además, que la víctima había asegurado en un primer momento que su agresor era rubio, lo que no coincide con el acusado. Por su parte, el fiscal y la acusación particular matizaron que, después de aquella primera manifestación realizada cuando se encontraba nerviosa por lo que le había ocurrido, la joven reconoció sin lugar a dudas al acusado, tanto fotográ ficamente como en persona, como su agresor.
El juicio quedó visto para sentencia y será la magistrada la que se pronuncie. El acusado se enfrenta a una petición del Ministerio Fiscal de una pena de dos años y medio de prisión (tres solicita la acusación particular) y a la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima y de comunicarse con ella.
Juan L.C. está en prisión provisional en relación a su reciente detención por supuestamente abordar a tres niños y una niña en la ciudad.
