El pintor inauguró una muestra de 152 obras con la que el Simeón celebra su décimo aniversario

Lamazares exhibe su visión de la muerte

El artista ourensano de adopción, Antón Lamazares, posa con una de sus obras, en el Simeón. (Foto: José Paz )
Un total de 152 obras pictóricas, que ocupan 1.500 metros cuadrados y las tres salas expositivas del Centro Cultural de la Diputación es parte de lo que se puede apreciar como parte del décimo aniversario del Edificio Simeón, a través de las series ‘Do mus Omnia’ y ‘E fai frío no lume’, del artista natural de Lalín y ourensano por adopción, Antón Lamazares, quien visita la ciudad tras haber recorrido con varias retrospectivas una infinidad de recintos de Nueva York, Barcelona, Brasil, Argentina Francia y Alemania.
Fue en el año 2001, cuando el artista plástico Antón Lamazares expuso en el Museo Municipal su última retrospectiva en Ourense. Y ayer tras ocho años de ausencia en la provincia el pintor volvió a la ciudad con dos exposiciones, en este caso ‘Domus omnia’ y ‘E fai frío no lume’, que se exhiben en el Centro Cultural de la Diputación como parte del décimo aniversario de la entidad y bajo la comisaría del escritor Luis González Tosar. La muestra retrospectiva fue inaugurada en presencia de políticos como los conselleiros de Cultura y Educación, Roberto Varela y Jesús Vázquez, respectivamente, así como por el presidente de la Diputación, José Luis Baltar; el vicepresidente del Parlamento, José Manuel Baltar; el escultor Ignacio Basallo o el líder nacionalista Xosé Manuel Beiras, que compartió amigablemente con Baltar.

En el caso de la serie ‘Domus omnia’ el artista intenta representar la idea del hogar, a través de la encarnación de casas en lienzos, donde los principales materiales son el cartón, la madera, la pintura industrial y varios tipos de aceite. En palabras del artista, ‘la idea de la casa se relaciona con otros simbolismos como la amistad, la familia o el amor’.

En relación a la serie ‘E fai frío no lume’, las piezas intentan, en palabras de Lamazares, ‘rendir homenaje a la muerte, especialmente a mi padre ya fallecido, procurando relacionar el momento en el que te colocas frente a una hoguera, pues te calientas por delante pero la espalda sigue fría, con el mismo sentimiento que se tiene cuando te consuelan por la pérdida de un ser querido’.

Añadió, también, que esta serie representa un hermanamiento personal con la muerte, en el sentido que le otorga la Órden Franciscana al catalogar ‘a la muerte, a la vida, a la pobreza y a la soledad como hermanas’.

Durante la presentación de la muestra, Antón Lamazares recordó su época en la que vivió en Ourense, a partir de 1971, destacando principalmente su relación con artistas como Alexandro y Arturo Baltar. En ese sentido, explicó que él no podría pintar ‘si no hubiera conocido a Arturo Baltar, quien me ayudó a entender palabras como paciencia o imaginación’. Esta exposición llega al Simeón después de que el artista, natural de Lalín y ourensano por adopción, expusiera en el Queen Sofía Spanish Institute de Nueva York una muestra que agrupa su obra entre 1986 y 200.

3 Más en laregion.es FVídeo: Imágenes de la inauguración de la muestra.

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