La defensa asegura que el imputado mantiene que ‘no se produjo ningún forcejeo’, sino que el disparo ‘fue una acción directa’ del agente

En libertad con cargos el conductor herido de bala en un control de alcoholemia entre Chaves y Verín

El magistrado del Juzgado Número 1 de Verín decretó hoy libertad con cargos para Luis M.G., vecino de 39 años de la localidad ourensana de A Mezquita, que resultó herido el pasado viernes tras recibir un disparo de la Guardia Civil después de que se saltase un control rutinario entre las localidades de Chaves y Verín.
Los hechos se produjeron en la Autovía de las Rías Baixas (A-52) el pasado viernes tras una larga persecución policial que culminó con un disparo de un guardia civil a Luis M.G.. El imputado huyó tras saltarse un control rutinario en el punto kilométrico 2,500 de la N-532, que enlaza la localidad ourensana de Verín con la portuguesa de Chaves, dentro del término municipal de Queizás.

El conductor del turismo hizo caso omiso al alto dado por los agentes y emprendió la huida en dirección a la A-52, donde lograron interceptarlo. Al bajarse los agentes del vehículo oficial, el conductor dio un acelerón con el turismo que conducía y huyó en dos ocasiones.

Finalmente, cuando los agentes lograron que se bajase del vehículo, Luis M.G. supuestamente se abalanzó sobre uno de los agentes y durante el forcejeo, se produjo un disparo accidental que, según la Guardia Civil le alcanzó el tórax.

DISPARO DEL AGENTE.

El letrado de Luis M.G., José Carlos Vázquez, aseguró hoy que el imputado mantuvo en su declaración que ‘no fue a través de un forcejeo’ con los agentes de la autoridad, sino que el disparo ‘fue producto de una acción del guardia civil’, ya que el imputado es ‘minusválido’ en el sentido de que ‘tiene una cojera bastante pronunciada’.

Por ello, manifestó que en la fase de instrucción del caso ‘sería bueno profundizar de cómo se produjo el disparo, distancias y todas las pruebas al respecto’ de cómo se produjeron los hechos.

En su declaración ante el juez verinense el acusado en todo momento ‘negó que se produjera un forcejeo’, según afirmó el letrado, puesto que ‘aseguró que fue una acción directa de la Guardia Civil’.

José Carlos Vázquez afirmó que ‘por el miedo’ a tasa de alcoholemia, que alcanzó ‘los 0,40 en aire expirado’, el imputado actuó de este modo porque ‘pensaba que eso le iba a acarrear una multa y serios disgustos’. ‘Esa fue su reacción por el alcohol que llevaba encima’, sentenció el abogado defensor.

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