Luis Carrera Pásaro (Castro de Rei, Lugo, 1949) se convirtió ayer en noticia tras conocerse que encabezará la candidatura del PP por Ourense. Vinculado a la provincia tras su paso por la dirección de Caixa Ourense, explica los motivos por los que aceptó la invitación de Alberto Núñez Feijóo a dar el salto a la política activa: Me encandilaron con un proyecto serio y así se lo confirmé a José Luis Baltar.
A sus 59 años prácticamente recién cumplidos, Luis Carrera Pásaro se convirtió ayer en noticia al confirmar el PP su candidatura para las elecciones autonómicas por Ourense. Lucense de nacimiento pero ourensano por convicción -es la ciudad en la que más tiempo he vivido, 13 años, y donde conservo una casa e infinidad de amigosdice, acaba de dar el salto del mundo de la banca y de la consultoría estratégica a la primera línea de la política. Este economista, licenciado en Madrid a los 21 años y el último director general con Caixa Ourense antes de la fusión en Caixanova, explica las claves que le han conducido a dar el paso.
¿Por qué ahora?
Me encandilaron con un proyecto ilusionante, serio y riguroso y acepté. He estado escribiendo acerca de la crisis económica y financiera y considero que estamos en un momento de encrucijada, con una situación muy seria en donde lo que se ve por delante ciertamente asusta. Las cifras del paro son terroríficas, con 200.000 desempleados en Galicia, de los que 90.000 no reciben ninguna prestación. Y en España se habla del 16% de la población activa, lo cual es una auténtica barbaridad. Me preocupa la situación y es necesario actuar con seriedad y con capacidad de gestión.
¿Quién le convenció para dar el paso?
Me convenció el presidente Núñez Feijóo, que fue el que habló conmigo, y así se lo comuniqué después personalmente a José Luis Baltar cuando me preguntó si me unía a ellos en este camino. Antes, por mi profesión vinculada al mundo de la banca y de la consultoría estratégica, no era compatible con el hecho de estar en un partido. De hecho, nunca manifesté mi ideología política, por eso me sorprendió bastante. Así es que cuando se lo comuniqué a mi mujer, María Gloria Corral, lo único que me dijo fue hagas lo que hagas, sabes que yo te acompañaré.
¿Es usted militante afiliado al Partido Popular?
De momento, no. Al menos por ahora. Lo que sí está claro es que si no me afilio al PP no lo haré a ningún otro partido.
¿Cómo es su relación con el presidente provincial del partido?
Cuando yo llegué a Caixa Ourense, en 1989, José Luis Baltar era secretario del consejo de administración. Luego pasó a presidir la Diputación, que no olvidemos que era entidad fundadora de la caja, por lo que nuestra relación era estrecha. A Baltar lo considero un amigo y una gran persona. Jamás, y así lo aseguro, hubo problemas entre nosotros, si bien no niego que pudiésemos tener ciertas diferencias de criterio, como tienen todos los amigos. Es más, por no haber problemas, no los hay ni entre los dos presidentes del PP, gallego y provincial. Al menos, yo no los he observado.
¿Conoce a algún miembro de la candidatura? ¿Participará en su elaboración?
No hemos hablado de nada al respecto, por lo que lo único que sé es que yo la encabezo. Si la conociese, sin duda la valoraría. Los presidentes son los que deben cerrarla ahora y no sé si me darán la oportunidad de colaborar, aunque supongo que sí. Estoy a su disposición.
¿Cree que el portavoz municipal del PP en la ciudad debería estar en la lista?
A Poly (Enrique Nóvoa) lo conozco desde que él tenía su empresa de electricidad. Me parece una gran persona y un excelente trabajador. No tengo ni idea de si le apetece formar parte de la candidatura o si alguien se lo ha propuesto.
¿Qué opinión le merecen los cabezas de lista del PSOE y del BNG por la provincia, Manuel Vázquez y Alfredo Suárez Canal?
En mi relación personal con Pachi y Alfredo me parecen unas excelentes personas, no tengo absolutamente nada en contra de ellos. Bien es cierto que en estas elecciones autonómicas la clave no son los candidatos provinciales, sino los proyectos de futuro que defienda cada partido. Y en este aspecto considero que es el PP el más competente para salir de la crisis con políticas que no son de parches, sino que son un conjunto de propuestas serias, coordinadas y coherentes.
¿Cuáles son sus claves para solucionar, de alcanzar el gobierno de la Xunta, la situación económica en Galicia y en la provincia?
Las claves vendrán en el programa electoral que pronto se dará a conocer. Lo que está claro es que es necesario funcionar con eficacia y dar confianza a los ciudadanos desde el Gobierno, porque no podemos olvidar que uno de los factores más serios de la crisis es la desconfianza. Y desde luego, hay que incidir en las empresas, para que puedan mantener y aumentar los empleos. De nada sirve inyectar millones a los bancos si éstos cierran el grifo de la liquidez a los empresarios. En cuanto a la situación de la provincia, ya que en la despoblación poco pueden incidir los políticos, la clave está, sin ninguna duda, en la creación de empleo. Todas las encuestas así lo reflejan: hoy en día a la gente le preocupa más la situación laboral que el terrorismo o la seguridad ciudadana, por poner dos ejemplos.
¿Qué responde a las críticas que ya preparan PSOE y BNG sobre su procedencia lucense y a que fue usted quien rubricó la fusión de Caixa Ourense en Caixanova?
En primer lugar, yo no puedo renunciar a donde nací. Ourense es la ciudad en donde más años he vivido, más incluso que en Lugo (13, de 1989 a 2004), aquí tengo una casa e infinidad de amigos. Sigo absolutamente vinculado a la provincia, nadie puede decir jamás que yo haya renegado de Ourense. En cuanto a lo de vivir en Vigo, hoy en día puedes estar trabajando en New York y viviendo en Londres sin ningún problema, la tecnología así lo permite. Con respecto a la fusión de Caixa Ourense, evidentemente yo no la propicié, a mí me la dieron hecha. Yo pedí que no fuese la única salida y reconozco que pasé entonces momentos muy delicados. Hoy en día también se habla de fusionar las dos cajas, algo por lo que no abogo: lo primero es solucionar la crisis.
¿Qué sensación guarda de la gestión del bipartito en la Xunta en los últimos cuatro años?
De bipartito, sin más. Me explico: aparte de haber dos gobiernos diferenciados, hay hasta dos naciones, Galicia y Galiza. No creo que a la gente le haya gustado esta dualidad, por lo que considero que los ciudadanos demandan un partido serio y cohesionado que tenga las ideas claras y un programa firme de gobierno. Y esa alternativa no es otra que la del Partido Popular.
¿Por qué ahora?
Me encandilaron con un proyecto ilusionante, serio y riguroso y acepté. He estado escribiendo acerca de la crisis económica y financiera y considero que estamos en un momento de encrucijada, con una situación muy seria en donde lo que se ve por delante ciertamente asusta. Las cifras del paro son terroríficas, con 200.000 desempleados en Galicia, de los que 90.000 no reciben ninguna prestación. Y en España se habla del 16% de la población activa, lo cual es una auténtica barbaridad. Me preocupa la situación y es necesario actuar con seriedad y con capacidad de gestión.
¿Quién le convenció para dar el paso?
Me convenció el presidente Núñez Feijóo, que fue el que habló conmigo, y así se lo comuniqué después personalmente a José Luis Baltar cuando me preguntó si me unía a ellos en este camino. Antes, por mi profesión vinculada al mundo de la banca y de la consultoría estratégica, no era compatible con el hecho de estar en un partido. De hecho, nunca manifesté mi ideología política, por eso me sorprendió bastante. Así es que cuando se lo comuniqué a mi mujer, María Gloria Corral, lo único que me dijo fue hagas lo que hagas, sabes que yo te acompañaré.
¿Es usted militante afiliado al Partido Popular?
De momento, no. Al menos por ahora. Lo que sí está claro es que si no me afilio al PP no lo haré a ningún otro partido.
¿Cómo es su relación con el presidente provincial del partido?
Cuando yo llegué a Caixa Ourense, en 1989, José Luis Baltar era secretario del consejo de administración. Luego pasó a presidir la Diputación, que no olvidemos que era entidad fundadora de la caja, por lo que nuestra relación era estrecha. A Baltar lo considero un amigo y una gran persona. Jamás, y así lo aseguro, hubo problemas entre nosotros, si bien no niego que pudiésemos tener ciertas diferencias de criterio, como tienen todos los amigos. Es más, por no haber problemas, no los hay ni entre los dos presidentes del PP, gallego y provincial. Al menos, yo no los he observado.
¿Conoce a algún miembro de la candidatura? ¿Participará en su elaboración?
No hemos hablado de nada al respecto, por lo que lo único que sé es que yo la encabezo. Si la conociese, sin duda la valoraría. Los presidentes son los que deben cerrarla ahora y no sé si me darán la oportunidad de colaborar, aunque supongo que sí. Estoy a su disposición.
¿Cree que el portavoz municipal del PP en la ciudad debería estar en la lista?
A Poly (Enrique Nóvoa) lo conozco desde que él tenía su empresa de electricidad. Me parece una gran persona y un excelente trabajador. No tengo ni idea de si le apetece formar parte de la candidatura o si alguien se lo ha propuesto.
¿Qué opinión le merecen los cabezas de lista del PSOE y del BNG por la provincia, Manuel Vázquez y Alfredo Suárez Canal?
En mi relación personal con Pachi y Alfredo me parecen unas excelentes personas, no tengo absolutamente nada en contra de ellos. Bien es cierto que en estas elecciones autonómicas la clave no son los candidatos provinciales, sino los proyectos de futuro que defienda cada partido. Y en este aspecto considero que es el PP el más competente para salir de la crisis con políticas que no son de parches, sino que son un conjunto de propuestas serias, coordinadas y coherentes.
¿Cuáles son sus claves para solucionar, de alcanzar el gobierno de la Xunta, la situación económica en Galicia y en la provincia?
Las claves vendrán en el programa electoral que pronto se dará a conocer. Lo que está claro es que es necesario funcionar con eficacia y dar confianza a los ciudadanos desde el Gobierno, porque no podemos olvidar que uno de los factores más serios de la crisis es la desconfianza. Y desde luego, hay que incidir en las empresas, para que puedan mantener y aumentar los empleos. De nada sirve inyectar millones a los bancos si éstos cierran el grifo de la liquidez a los empresarios. En cuanto a la situación de la provincia, ya que en la despoblación poco pueden incidir los políticos, la clave está, sin ninguna duda, en la creación de empleo. Todas las encuestas así lo reflejan: hoy en día a la gente le preocupa más la situación laboral que el terrorismo o la seguridad ciudadana, por poner dos ejemplos.
¿Qué responde a las críticas que ya preparan PSOE y BNG sobre su procedencia lucense y a que fue usted quien rubricó la fusión de Caixa Ourense en Caixanova?
En primer lugar, yo no puedo renunciar a donde nací. Ourense es la ciudad en donde más años he vivido, más incluso que en Lugo (13, de 1989 a 2004), aquí tengo una casa e infinidad de amigos. Sigo absolutamente vinculado a la provincia, nadie puede decir jamás que yo haya renegado de Ourense. En cuanto a lo de vivir en Vigo, hoy en día puedes estar trabajando en New York y viviendo en Londres sin ningún problema, la tecnología así lo permite. Con respecto a la fusión de Caixa Ourense, evidentemente yo no la propicié, a mí me la dieron hecha. Yo pedí que no fuese la única salida y reconozco que pasé entonces momentos muy delicados. Hoy en día también se habla de fusionar las dos cajas, algo por lo que no abogo: lo primero es solucionar la crisis.
¿Qué sensación guarda de la gestión del bipartito en la Xunta en los últimos cuatro años?
De bipartito, sin más. Me explico: aparte de haber dos gobiernos diferenciados, hay hasta dos naciones, Galicia y Galiza. No creo que a la gente le haya gustado esta dualidad, por lo que considero que los ciudadanos demandan un partido serio y cohesionado que tenga las ideas claras y un programa firme de gobierno. Y esa alternativa no es otra que la del Partido Popular.
