Los tramos urbanos más relevantes, susceptibles de sufrir crecidas, son Ourense, Ribadavia, Leiro, O Barco y Baños de Molgas

Más de mil kilómetros de la cuenca Miño-Sil tienen riesgo de inundación

Vista del río Miño. (Foto: Miguel Angel)
Un estudio para determinar las zonas inundables de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil cifra en 1.119 los kilometros de ríos que presentan riesgos de inundación. Entre los tramos más relevantes, susceptibles de experimentar crecidas que trasciendan a los cauces, se encuentran algunas zonas urbanas, como serían de la ciudad de Ourense, y espacios como Ribadavia, Leiro, Baños de Molgas y O Barco, según fuentes de la Confederación Hidrográfica.
La inundabilidad urbana afectaría, asimismo, a Lugo, Sarria, Monforte y el Alto Miño de una parte, y a Ponteareas y al Miño en los tramos que van desde A Quinta de Fillaboa, en Salvaterra, a Tui (Pontevedra), de otra. En el área del Bierzo, las zonas más significativas son Palacios del Sil, Toreno, Villafranca del Bierzo, Cacabelos, Carracedelo, Ponferrada e Igüeña.

El presidente de la Confederación, Francisco Fernández Liñares, señala que al estar 'bajo un contexto de cambio climático, estudios de estas características resultan especialmente necesarios', pues las crecidas tenderán a ser cada vez más comunes, y de ahí la importancia de 'detectar con antelación las zonas conflictivas'.

Liñares enfatiza que, pese a los más de mil kilómetros de ríos bajo riesgo de inundación que existen en la cuenca Miño-Sil, 'ello no significa que el riesgo se extienda a las personas'. Eso, descartado. En parte, porque 'nuestra cuenca transcurre en un territorio con muchas pendientes que a su vez derivan en microcuencas, y no es previsible un escenario de amenaza como sí puede darse en otras partes de España'.

¿La ciudad? Su vinculación con el Miño, que la cruza por la mitad, presenta una singularidad determinada por el embalse de Velle. 'Éste ejerce de regulador -señala Fernández Liñares- en sentido tanto negativo, como positivo, bajo un régimen de explotación totalmente legal'. Negativo, porque puede provocar crecidas durante dos, tres, cinco horas a lo más. Positivo porque cuando llueve mucho, contiene el agua. En cualquier caso, 'tampoco veo riesgo alguno para la ciudad'. Si la población parece estar a salvo de los efectos de posibles crecidas, no cabe decir lo mismo de las zonas de cultivos, de alto interés económico. El presidente de la Confederación señala tres puntos 'sensibles': a Terra Chá en Lugo, el Bierzo en León, y A Limia en Ourense.

El estudio para determinar las zonas inundables y prevenir posibles daños abarca más de 7.000 kilómetros de ríos tanto en las cuencas Miño-Sil, como en las del Cantábrico, Duero, Júcar y Segura. Se trata de los primeros pasos para la implantación de una directiva europea. En el caso del Miño-Sil, los trabajos preliminares no sólo acotan 1.119 kilómetros de riesgo, al tiempo detectan 22 kilometros cuadrados de áreas torrenciales, de las que el 90 % serán objeto de análisis al existir riesgo potencial para los ciudadanos.

Ante la necesidad de adaptarse a las directrices comunitarias, el Ministerio de Medio Ambiente impulsa también el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, una aplicación informática que permite visualizar, sobre mapas catastrales y fotografías aéreas entre otras opciones, los estudios de delimitación del Dominio Público Hidráulico y los mapas de peligrosidad de inundaciones de todo el territorio nacional.

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