'Tratar de mejorar la calidad de vida de los pacientes, facilitando su integración y participación en la sociedad'. Con esta consigna la Fundación San Rosendo inició el 'Programa de Termalismo', dirigido a personas con enfermedades mentales, y cuya primera parte concluye ahora.
Las jornadas se retomarán a finales de julio y tienen lugar todos los años en el balneario de Laias (Ourense), donde se llevan a cabo actividades que mejoran la salud de los pacientes disminuyendo los síntomas derivados de la patología reumática, como el dolor mecánico y la tensión muscular, o mejorando la movilidad del aparato locomotor.
Por otro lado, ayuda a evitar las crisis de reagudación sintomática, lo que ayudaría a disminuir la toma de fármacos antiinflamatorios y analgésicos.
Una de las peculiaridades de este programa de integración es su carácter individualizado, ya que cada paciente acude previamente a una consulta médica en la que se le indican las técnicas hidroterápicas convenientes y perjudiciales.
El programa incluye: hidromasaje, piscinas termales, chorros generales o parciales, ducha circular y baño de pies y de manos. Estas técnicas se realizan con agua minero medicinal de mineralización débil, bicarbonatada sódica a temperatura de 36ºC.
Las actividades forman parten de un programa de relación con el entorno que promueve la integración de las personas dependientes con la sociedad.
'Prestar ayuda y bienestar a los colectivos más desfavorecidos desde una perspectiva de integración y participación en la sociedad'. Este es el objetivo de este programa según la Fundación, que lleva 40 años desarrollando su actividad principalmente en los entornos rurales deprimidos con escasa atención privada y cuyo propósito es que 'ninguna persona necesitada se quede sin asistencia'.
En estos momentos, la Fundación cuenta con 65 centros asistenciales, de los cuales el 85% se encuentran en ayuntamientos rurales, como Santa Cruz de Arrabaldo o A Peroxa, convirtiéndose en un 'agente dinamizador de la comunidad local mediante la creación de empleo y la generación de riqueza'.
Por otro lado, ayuda a evitar las crisis de reagudación sintomática, lo que ayudaría a disminuir la toma de fármacos antiinflamatorios y analgésicos.
Una de las peculiaridades de este programa de integración es su carácter individualizado, ya que cada paciente acude previamente a una consulta médica en la que se le indican las técnicas hidroterápicas convenientes y perjudiciales.
El programa incluye: hidromasaje, piscinas termales, chorros generales o parciales, ducha circular y baño de pies y de manos. Estas técnicas se realizan con agua minero medicinal de mineralización débil, bicarbonatada sódica a temperatura de 36ºC.
Las actividades forman parten de un programa de relación con el entorno que promueve la integración de las personas dependientes con la sociedad.
'Prestar ayuda y bienestar a los colectivos más desfavorecidos desde una perspectiva de integración y participación en la sociedad'. Este es el objetivo de este programa según la Fundación, que lleva 40 años desarrollando su actividad principalmente en los entornos rurales deprimidos con escasa atención privada y cuyo propósito es que 'ninguna persona necesitada se quede sin asistencia'.
En estos momentos, la Fundación cuenta con 65 centros asistenciales, de los cuales el 85% se encuentran en ayuntamientos rurales, como Santa Cruz de Arrabaldo o A Peroxa, convirtiéndose en un 'agente dinamizador de la comunidad local mediante la creación de empleo y la generación de riqueza'.
