Los efectivos de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) de Pontevedra regresaron un año más a la provincia para patrullar por los montes y evitar incendios forestales durante la campaña de máximo riesgo, que finaliza en septiembre.
En total, son 15 patrullas (90 hombres) las que están repartidas por la provincia y su objetivo pasa porque los pirómanos sepan que los pueden sorprender y coger con las manos en el mechero. ' Nuestro principal objetivo es el efecto disuasorio y la alerta temprana, avisar a los efectivos de extinción lo más pronto posible de un incendio', afirma el sargento primero, Javier Montián Pereira.
La vigilancia no es improvisada, sino que está perfectamente coordinada. Es más, meses antes de que los efectivos militares se desplegaran por los montes, técnicos de la Xunta y del Ejército hicieron un reconocimiento del terreno, durante el que recogieron todo tipo de documentación referente a pueblos, masa arbolada, carreteras, caminos, manantiales e incluso incendios de otros años, lo que permite a los militares conocer cada milímetro de terreno por el que patrullan,
Además de la cartografía, planos y mapas de las zonas a vigilar, los militares van provistos de prismáticos, GPS (sistema de posicionamiento global), cámara de vídeo, gafas de visión nocturna, teléfonos y ordenadores que les mantienen en permanentemente en contacto tanto con su acuartelamiento en Pontevedra como con los técnicos de la Xunta.
CENTROS DE MANDO
La vigilancia se establece por turnos después de montar un puesto de mando en un local, que casi siempre es de propiedad municipal que está en desuso (antiguas escuelas, albergues, locales sociales y cámaras agrarias.
Lo primero que hacen los efectivos militares es entablar contacto con los alcaldes, que son los que suelen facilitarle la infraestructura.
Los militares llegaron a la provincia dentro de la llamada 'Operación Centinela', que fue puesta en marcha en el año en el año 2006 por la Consellería de Medio Rural ante la oleada de incendios registrados durante todos los veranos en la comunidad autónoma.
Desde entonces, los militares patrullan con la llegada del calor por los montes ourensanos y ya facilitaron varias detenciones, una de ellas en el año 2011 en Trives y otra en A Mezquita.
La Región pasó parte de la jornada del día 30 con la patrulla que vigila los distritos forestales XV (A Limia) y XIV (Verín-Viana). La base la tienen establecida en Lobios y cada día llegan hasta la comarca de Couso Frieras para dejarse ver en los distintos pueblos. Los efectivos también suelen colaborar en las tareas de extinción, en caso de un incendio.
Entrevista a Javier Montián - Sargento Primero
¿Como se presenta esta campaña de incendios?
De momento, estamos teniendo suerte porque en la zona que nos tocó vigilar llovió en los últimos días y no hubo muchos incendios. La veo bien y estamos colaborando activamente con las brigadas forestales, fuerzas de seguridad, contactamos mucho con la población civil y los distintos distritos forestales
¿Cuál es su función?
Prevenir los incendios, patrullar por el monte, dejarnos ver para crear un efecto disuasorio. Entablamos contacto con los distritos forestales para buscar las zonas con más posibilidades de declararse un incendio y nos desplazamos para prevenirlos. Si nos encontramos con un fuego, alertamos a la mayor brevedad posible a los efectivos de extinción.
¿Usted, como profesional, a qué cree que obedecen tantos incendios en los montes?
No lo sé, creo que influyen muchos factores, muchos intereses territoriales. No puedo establecer una causa, aunque cada vez veo a los vecinos más concienciados con el tema de los incendios, la gente está mucho más sensibilizada y colabora a la hora de prevenir o sofocar cualquier fuego.
Los efectivos de la Brilat ya estuvieron en más ocasiones vigilando los montes de la provincia, ¿cómo encuentran el terreno?
Bien, es una provincia magnífica, como muchos recursos naturales que se pueden aprovechar. La encuentro bien y los vecinos son súper atentos con nosotros, nos prestan apoyo y colaboran en todo lo que puedan.
¿Ya detuvieron o imputaron a alguien por un incendio?
No nuestra labor es prevenir los fuegos. Además, no es fácil coger infraganti a un pirómano. Hubo una ocasión en que llegamos escasos momentos después de declararse el fuego, por segundos no nos encontramos con el pirómano, pero esto es una casualidad. Sorprenderlos es muy difícil.
¿Y sí se encuentran con uno?
Entonces lo retenemos y avisamos a la Guardia Civil para que proceda a su detención. Eso sí, nosotros vamos provistos de una cámara para grabar todo lo que hizo y así recopilar pruebas.
La vigilancia no es improvisada, sino que está perfectamente coordinada. Es más, meses antes de que los efectivos militares se desplegaran por los montes, técnicos de la Xunta y del Ejército hicieron un reconocimiento del terreno, durante el que recogieron todo tipo de documentación referente a pueblos, masa arbolada, carreteras, caminos, manantiales e incluso incendios de otros años, lo que permite a los militares conocer cada milímetro de terreno por el que patrullan,
Además de la cartografía, planos y mapas de las zonas a vigilar, los militares van provistos de prismáticos, GPS (sistema de posicionamiento global), cámara de vídeo, gafas de visión nocturna, teléfonos y ordenadores que les mantienen en permanentemente en contacto tanto con su acuartelamiento en Pontevedra como con los técnicos de la Xunta.
CENTROS DE MANDO
La vigilancia se establece por turnos después de montar un puesto de mando en un local, que casi siempre es de propiedad municipal que está en desuso (antiguas escuelas, albergues, locales sociales y cámaras agrarias.
Lo primero que hacen los efectivos militares es entablar contacto con los alcaldes, que son los que suelen facilitarle la infraestructura.
Los militares llegaron a la provincia dentro de la llamada 'Operación Centinela', que fue puesta en marcha en el año en el año 2006 por la Consellería de Medio Rural ante la oleada de incendios registrados durante todos los veranos en la comunidad autónoma.
Desde entonces, los militares patrullan con la llegada del calor por los montes ourensanos y ya facilitaron varias detenciones, una de ellas en el año 2011 en Trives y otra en A Mezquita.
La Región pasó parte de la jornada del día 30 con la patrulla que vigila los distritos forestales XV (A Limia) y XIV (Verín-Viana). La base la tienen establecida en Lobios y cada día llegan hasta la comarca de Couso Frieras para dejarse ver en los distintos pueblos. Los efectivos también suelen colaborar en las tareas de extinción, en caso de un incendio.
Entrevista a Javier Montián - Sargento Primero
¿Como se presenta esta campaña de incendios?
De momento, estamos teniendo suerte porque en la zona que nos tocó vigilar llovió en los últimos días y no hubo muchos incendios. La veo bien y estamos colaborando activamente con las brigadas forestales, fuerzas de seguridad, contactamos mucho con la población civil y los distintos distritos forestales
¿Cuál es su función?
Prevenir los incendios, patrullar por el monte, dejarnos ver para crear un efecto disuasorio. Entablamos contacto con los distritos forestales para buscar las zonas con más posibilidades de declararse un incendio y nos desplazamos para prevenirlos. Si nos encontramos con un fuego, alertamos a la mayor brevedad posible a los efectivos de extinción.
¿Usted, como profesional, a qué cree que obedecen tantos incendios en los montes?
No lo sé, creo que influyen muchos factores, muchos intereses territoriales. No puedo establecer una causa, aunque cada vez veo a los vecinos más concienciados con el tema de los incendios, la gente está mucho más sensibilizada y colabora a la hora de prevenir o sofocar cualquier fuego.
Los efectivos de la Brilat ya estuvieron en más ocasiones vigilando los montes de la provincia, ¿cómo encuentran el terreno?
Bien, es una provincia magnífica, como muchos recursos naturales que se pueden aprovechar. La encuentro bien y los vecinos son súper atentos con nosotros, nos prestan apoyo y colaboran en todo lo que puedan.
¿Ya detuvieron o imputaron a alguien por un incendio?
No nuestra labor es prevenir los fuegos. Además, no es fácil coger infraganti a un pirómano. Hubo una ocasión en que llegamos escasos momentos después de declararse el fuego, por segundos no nos encontramos con el pirómano, pero esto es una casualidad. Sorprenderlos es muy difícil.
¿Y sí se encuentran con uno?
Entonces lo retenemos y avisamos a la Guardia Civil para que proceda a su detención. Eso sí, nosotros vamos provistos de una cámara para grabar todo lo que hizo y así recopilar pruebas.
