Los sorprendentes números de acrobacias del Circo Nacional de Pekín, integrados en un espectáculo de gran belleza visual, encadilaron ayer al público ourensano que acudió a la representación de Dreams en el Auditorio.
Los acróbatas chinos encandilaron ayer a niños y mayores con un espectacular montaje que se desarrolló en el Auditorio de la ciudad, y que marcó el inicio de la programación cultural de Caixanova para el primer semestre de 2009.
El Circo Nacional de Pekín sorprendió a los ourensanos con Dreams. Alma de China, una representación de gran belleza visual, con una atractiva combinación de música con efectos de luz y color. No obstante, el protagonismo de la función correspondió a los gimnastas, que pusieron en escena un amplio repertorio de sorprendentes ejercicios de equilibrio en el aire, exhibiciones, coreografías y números vocales que consiguieron captar la atención de los asistentes durante las dos horas de la función.
El espectáculo combina tradición y modernidad, fusionando el baile, la ópera y el teatro chino. Además, cuenta con un trasfondo teatral que hace que el público siga la obra con gran interés en todo momento. El hilo conductor es una niña que, conducida por el abuelo árbol, descubre un mundo de ilusiones en un bosque mágico donde habitan animales mitológicos. El Circo Acrobático Nacional de Pekín demostró con este espectáculo por qué es una las compañías circenses más importantes del mundo. Cuenta con casi 60 años de trayectoria en los que ha actuado en más de 80 países y ha merecido numerosas medallas de oro y otras condecoraciones en diferentes competiciones internacionales.
El Circo Nacional de Pekín sorprendió a los ourensanos con Dreams. Alma de China, una representación de gran belleza visual, con una atractiva combinación de música con efectos de luz y color. No obstante, el protagonismo de la función correspondió a los gimnastas, que pusieron en escena un amplio repertorio de sorprendentes ejercicios de equilibrio en el aire, exhibiciones, coreografías y números vocales que consiguieron captar la atención de los asistentes durante las dos horas de la función.
El espectáculo combina tradición y modernidad, fusionando el baile, la ópera y el teatro chino. Además, cuenta con un trasfondo teatral que hace que el público siga la obra con gran interés en todo momento. El hilo conductor es una niña que, conducida por el abuelo árbol, descubre un mundo de ilusiones en un bosque mágico donde habitan animales mitológicos. El Circo Acrobático Nacional de Pekín demostró con este espectáculo por qué es una las compañías circenses más importantes del mundo. Cuenta con casi 60 años de trayectoria en los que ha actuado en más de 80 países y ha merecido numerosas medallas de oro y otras condecoraciones en diferentes competiciones internacionales.
