Los regantes serán informados antes de firmar el acuerdo que les obliga a pagar el 10% del coste

Las obras para los regadíos de A Limia serán ejecutadas en 18 meses y costarán 27 millones

El senador del BNG José Manuel Pérez Bouza. (Foto: Archivo)
El Senado fue determinante ayer sobre dos cuestiones que afectan a la provincia de Ourense, la información previa (a las comunidades de regantes de A Limia) a la firma del convenio que les obliga a pagar el 10% de las obras del regadío, y las obras en los embalses de la cuenca del río Sil. En el primer caso, la propuesta de los senadores nacionalistas fue aprobada por unanimidad, no así la segunda, rechazada por PP y PSOE con el argumento de que no hay obra nueva, más que la autorizada, en las presas.
El Senado aprobó ayer por unanimidad una moción del grupo parlamentario de senadores nacionalistas en la que se insta al Gobierno a la adopción de medidas en relación a la redacción de los proyectos de modernización de regadíos por parte de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias, S.A. (Seiasa) para la comarca de A Limia, en la provincia de Ourense. La iniciativa fue aprobada a través de una enmienda transaccional con el grupo socialista, firmada por todos los grupos parlamentarios.

Para los senadores nacionalistas el acuerdo alcanzado en la Cámara Alta ‘sienta un buen precedente’ para el futuro del regadío tanto en Galicia como en el resto de las comunidades autónomas. Según explicó el senador José Manuel Pérez Bouza, la propuesta aprobada tiene como objetivo facilitar la cuantía global que van a tener que pagar las comunidades de regantes ya que ‘hasta ahora se estaba obligando a firmar los convenios sin saber cuál iba a ser el coste final del proyecto’, en el que los beneficiarios tienen que aportar un 10% del total de la inversión.

Asimismo, el grupo parlamentario mixto recalcó que, aunque en la actualidad los convenios de regadío funcionan ‘bastante bien’, lo cierto es que con esta transaccional se ‘clarifica’ y se pone de manifiesto tanto la ‘participación de las comunidades’ como las distintas ‘aportaciones económicas’.

Por último, el grupo socialista recordó la ‘importante apuesta’ realizada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino por dar un ‘trato de privilegio’ a esta actuación de modernización del regadío que afectará a unas ‘4.000 hectáreas’ en la comarca de A Limia. En concreto, el senador Miguel Fidalgo, que elaboró y presentó la enmienda, destacó la agilidad y el impulso del Ejecutivo socialista, así como su compromiso con un proyecto que, dijo, se ejecutará de manera urgente en el plazo de 18 meses -seis para la redacción del proyecto y otros 12 para la ejecución del mismo, una vez se haya firmado-. Las obras alcanzarán los 27 millones de presupuesto, la cantidad que ya se incluía en el presupuesto del año 2009 aunque no llegó a ejecutarse. Recordó que la financiación corresponde en un 70% al Ministerio, un 20% a la Xunta y un 10% a los regantes.

Las obras en Santo Estevo continúan

La petición para construir una nueva presa que implica un gran salto de agua a la altura de Santa Cristina, en el Sil, permanece sin resolver pero sí se mantienen las obras de ampliación de la central de Santo Estevo, que obligaron a reducir el caudal del río aguas abajo de San Pedro, provocando protestas de grupos ecologistas y partidos políticos. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que inspeccionó los trabajos, le dio el visto bueno.

La construcción de una nueva presa en el Sil divide a gobierno y oposición

El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza se quedó solo en la defensa de una iniciativa suya que pretendóa paralizar la construcción de una nueva central en el río Sil. Miguel Fidalgo aseguró que no hay una nueva solicitud al respecto y Leyte que no hay autorización del Ministerio.

La Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Senado ha rechazado, también ayer, otra moción de los senadores nacionalistas que instaba al Gobierno a no conceder a Iberdrola permisos para ejecutar aprovechamientos hidroeléctricos en la zona de Santa Cristina, en el Sil. La iniciativa sólo contó con el respaldo del senador proponente, Xosé Manuel Pérez Bouza (BNG), que destacó el valor medioambiental y paisajístico de la cuenca hidrográfica de los ríos Miño-Sil, que sufre una ‘sobreexplotación’, por lo que ‘no es sostenible’ que se concedan más permisos a empresas hidroeléctricas.

En su opinión, la obra provocaría un gran impacto en esta zona de la Ribera Sacra, ya que se removerían 1,5 millones de metros cúbicos de tierra y habría un gran tráfico de maquinaria pesada para bombear el agua a 800 metros. Se ha referido a la balsa de más 37.000 hectáreas que se construiría, lo que cambiaría el territorio y alteraría el cauce del río.

Tras insistir en que no proporcionaría ningún beneficio al territorio porque la electricidad se exportaría a Portugal, Pérez Bouza ha señalado que la zona está dentro de la Red Natura, posee un paisaje espectacular, está rodeada de viñedos y es un importante centro de atracción turística.

El senador socialista Miguel Fidalgo, que rechazó la propues ta, recordó que no hay ninguna central nueva en esta cuenca -tan sólo la ampliación de la de Santo Estevo- y tampoco hay pedida ninguna solicitud de modificación de las concesiones actuales. Ha insistido en que la zona está protegida con figuras de la UE y ha criticado ‘las alarmas infundadas’ que se están haciendo en los pueblos de la zona.

Carmen Leyte, del PP, ha agregado que las obras previstas, a instancias de la empresa Iberdrola, aún no cuentan con el informe favorable. ‘Tenemos la obligación de salvaguardar la Ribeira Sacra’ ha argumentado la senadora, quien ha confiado en que el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino no acepte el proyecto, cuya viabilidad aún está por decidir. De momento, las obras que se ejecutan en el Sil afectan a la zona de Santo Estevo.




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