EN LA CIUDAD

Los okupas toman el bar y los baños del Parque Miño

Un grupo de personas hace un uso ilegal de las instalaciones, cerradas desde hace treinta meses

Al problema de las concesiones desiertas de varias cafeterías municipales se le ha unido otro: los okupas. El bar del Parque Miño, que suma dos años y medio cerrado tras no lograr adjudicar el servicio,  ha sido tomado en los últimos días, convirtiéndose en una especie de refugio. Así, lo que en su momento fue un lugar de descanso familiar, donde los pequeños jugaban en el área infantil mientras los mayores hacían uso de la terraza del bar, actualmente presenta un aspecto muy distinto: un piso okupa improvisado. Este escenario es el resultado de las acciones de un grupo de personas, que  han ocupado el interior del local según explica uno de los trabajadores municipales del parque.

 "Estiveron aquí toda a mañá de hoxe (por ayer), cando cheguei ás sete xa había dous homes, e logo chegaron varias mulleres e algún máis", señaló el operario. Los cerrojos de las puertas metálicas laterales de la cafetería están reventados, por lo que los okupas pueden entrar y salir a su gusto. "Están metidos no que no seu momento eran os baños do bar", apuntó. Dentro, además de alguna silla y varias bolsas, se pueden observar útiles como zapatos o toallas. "Traen bolsas de plástico coas súas cousas e métense dentro, eu non sei que farán alí", añadió. 


Móviles cargando


En el exterior de la cafetería, en un contador eléctrico, no es extraño ver móviles enchufados a la corriente, tal y como se podía ver en la mañana de ayer. "Dixéronme que marchaban a comer fóra pero que volvían nun rato, pola tarde xa están aquí outra vez", dijo. "Non sei se están tamén pola noite, pero ten toda a pinta", apuntó.


Respuesta municipal


Fuentes municipales de Comercio aseguran que la Policía Local ya ha dado parte de la situación de ocupación ilegal, y que hoy se tomarán las pertinentes medidas. Para empezar, cambiar la cerradura.


El vandalismo, un "visitante"  reiterativo 


"Dende a semana pasada roubaron todos os aspersores do parque", comentó el trabajador municipal. "Aquí non vén ninguén a preocuparse de si entra a xente ou non, e moito menos do que fan dentro", añadió. Este jueves, el operario se ocupó de volver a colocar los útiles de jardinería y apuntó:"A ver canto duran".

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