La entidad benéfica ourensana Creando Pontes, que cuenta actualmente con cerca de 290 socios, organizó ayer en el salón de actos del Colegio Salesianos de la ciudad, pasadas las 20 horas, un festival de carácter solidario mediante el que se recogieron fondos para financiar un comedor rural en la localidad de Jipijapa, en Ecuador.
Precisamente, las líneas de trabajo de esta oenegé, cuyos primeros pasos se remontan al 2005, se centran en 'apoyar una educación solidaria y participativa, la promoción humana e integral de las personas en el tercer mundo y el apoyo al voluntariado'.
Según Carmen Vila, presidenta de esta organización sin ánimo de lucro, 'el fin último del acto es el de lograr dinero para contribuir a este comedor, del que se podrán beneficiar menores que pasan apuros'. Para ello, Creando Pontes organizó ayer este evento al que los asistentes, tras abonar una entrada solidaria de cinco euros, pudieron disfrutar de una proyección en la que se exhibieron las tareas que esta organización lleva a cabo en Mozambique, Camerún y Tanzania, junto con Ecuador, además de la obra infantil 'Cecilia e a súa boneca' y una actuación musical.
Esta entidad benéfica, que cuenta con socios de puntos tan dispares como Málaga, Madrid o Jaén, aunque la gran mayoría son ourensanos, lleva implicándose desde hace seis años en otros proyectos en estos países y regiones en vías de desarrollo.
Según Carmen Vila, presidenta de esta organización sin ánimo de lucro, 'el fin último del acto es el de lograr dinero para contribuir a este comedor, del que se podrán beneficiar menores que pasan apuros'. Para ello, Creando Pontes organizó ayer este evento al que los asistentes, tras abonar una entrada solidaria de cinco euros, pudieron disfrutar de una proyección en la que se exhibieron las tareas que esta organización lleva a cabo en Mozambique, Camerún y Tanzania, junto con Ecuador, además de la obra infantil 'Cecilia e a súa boneca' y una actuación musical.
Esta entidad benéfica, que cuenta con socios de puntos tan dispares como Málaga, Madrid o Jaén, aunque la gran mayoría son ourensanos, lleva implicándose desde hace seis años en otros proyectos en estos países y regiones en vías de desarrollo.
