Las altas temperaturas, anómalas para esta época, se deben a la suma de un anticiclón y vientos del Sur
Las camisetas de sisas y las faldas sin pantis siguen en los armarios en pleno mes de noviembre porque el "veranillo de San Martiño" ha perdido el diminutivo. Y mientras las tiendas de ropa acumulan aún los jerséis de lana en los estantes y los abrigos en las perchas, el domingo por la mañana resultaba complicado hacerse un sitio en las terrazas de los bares del Parque de San Lázaro. La razón: los 27 y los 25,4 grados que registró la ciudad y las localidades a orillas del Miño a lo largo del fin de semana, 10 grados por encima de la media para el penúltimo mes del año.
No es de extrañar que con temperaturas propias de agosto (la máxima media para ese mes en 2015 fue de 30,1), los valores climáticos añadieran una nueva efeméride. Los 27 grados de máxima del sábado y los 25,4 de ayer superan el récord histórico de los últimos 30 años, que estaba en los 24,7 del día 9 de noviembre de 2006.
Registros tan altos para un mes de otoño son totalmente "anómalos", según asegura la meteoróloga María Souto desde Meteogalicia, porque, tal como dice, "a estas alturas del año debería hacer frío tanto de día como de noche". La razón, según explica, obedece a que "la estabilidad que trae el anticiclón situado sobre Galicia se ve favorecida por los vientos cálidos del Sur (procedentes del Norte de África)". Un viento que lleva días azotando, de ahí que las temperaturas sean altas tanto de día como de noche, según añade la experta. Las mínimas durante todo el fin de semana fueron de 12 y 10 grados, valores que otros años se convertían en máximas.
La situación es generalizada en las cuatro provincias. Ayer, por ejemplo, se superaron los 20 grados en distintos lugares de toda la geografía gallega. Así, la Mariña lucense llegó incluso a superar a la ciudad de Ourense con los 26,5 de Ribadeo, en donde se dio la máxima de toda Galicia el domingo.
En Vigo, el sol devolvió a la céntrica playa de Samil la habitual postal de un paseo muy transitado, y estos mismos efectos han sido especialmente notables en toda la zona costera del sur de la provincia de Pontevedra.
Mientras, en la zonas más urbanas, el mejor indicador del buen tiempo se reflejó en las terrazas de bares, restaurantes y cafeterías, repletas de clientes.
Pero el calor de este fin de semana proseguirá y seguirá dando que hablar. Aunque hay frentes que intentar aproximarse por el Atlántico, llegan muy deshechos por la influencia de las altas presiones. En Ourense, el tiempo será seco, pese a que, según valora Souto, "el pico de los 27 ya no se dé".
El binomio sol y calor continuará durante toda la semana que ahora comienza y no está previsto que llueva . "Quizá podría haber algo de niebla por las mañanas", dice la meteoróloga. Los termómetros rondarán los 20-22 grados y las mínimas bajarán hasta 10. El verano de San Martín no defraudará.
