Ourense, en niveles “muy secos”

Mañana se cumple un mes sin lluvia en la provincia. No se registran precipitaciones desde el 9 de enero debido a la posición, casi estática, del anticiclón de las Azores. “Esto nos trae un tiempo seco, soleado y con temperaturas muy bajas”, señala Ana Lage, meteoróloga de la agencia MeteoGalicia. La principal consecuencia de esta falta de precipitaciones es la sequía que afecta a la provincia. El CSIC, en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), elabora un monitor en el que se puede comprobar esta falta de humedad. Y Ourense está en nivel “muy seco”, unos valores que no se veían desde 2017, año con características semejantes a 2022. La configuración atmosférica presente dejó unos valores inusuales que se repiten cada seis años de media. La primera semana de enero, cuando sí llovió, se acumularon 23 litros por metro cuadrado, menos de la mitad de la media anual para este mes, que son 70. “Solo llovió seis días y en tres de ellos lo acumulado estuvo por debajo de un litro, una cantidad bajísima”, señala la meteoróloga. TEMPERATURAS Lo mismo ocurrió con las temperaturas, también por debajo de la media. “Desde el día a 13 al 31 la mínima nocturna estuvo por debajo de los cero grados, incluso hubo días como el 23 en el que se llegó a -4,65”, explica. Peor fue la situación para el sur de la provincia, donde se registraron temperaturas equivalentes a un aviso naranja, por debajo de los -8 grados. “Pensamos que esta situación puede estar relacionada con el fenómeno de La Niña: una de las consecuencias del fenómeno en el Pacífico ecuatorial es la escasez de precipitaciones en invierno en Galicia”, indica Lage. Cuando no se forma El Niño, llega La Niña. “La atmósfera y el océano se relacionan entre sí y lo que sucede en una parte tiene sus consecuencias en la otra. En este caso, La Niña se produce porque aumentan los vientos alisios y consiguen retirar el agua -caliente- de la costa pacífica hacia el oeste dejando que emerja el agua fría, que influenciará en las características de las precipitaciones”, explica la física. Como los fenómenos atmosféricos tienen relación, “eso influye en que el anticiclón nos deje los cielos despejados en esta época del año y muy bajas temperaturas”. La meteoróloga asegura que, pese a estar con toda probabilidad bajo los efectos de este fenómeno, no tendría por qué repercutir en la meteorología futura: “En abril debería cambiar a un estado más primaveral, el tiempo no tendría que ser seco”. Es probable que ocurra lo mismo que en 2012 y 2017: “Son períodos similares, ya que La Niña ocurre cada dos o siete años”, explica Lage.