PROGRAMA DE ACOGIDA

Ourense se queda sin los niños de Chernobyl

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photo_camera Niños rusos con sus familias gallegas en una excursión en 2015.

El envejecimiento y la despoblación han mermado las acogidas veraniegas

La asociación ourensana Ledicia Cativa está inmersa en los trámites para el desarrollo del vigesimoprimero programa acogida temporal de menores procedentes de la región rusa de Briansk, la mas afectada por la radiación de Chernobyl, por parte de familias gallegas.

La organización sin ánimo de lucro, que nació de la solidaridad y voluntariado de un grupo de mujeres de la comarca de Terra de Celanova y que llegó a contar con unas 35 familias de acogida ourensanas, apenas gestionará este año la estadía de seis menores rusos en la provincia de los más de 65 que se espera que a finales del mes de junio lleguen a Galicia. "Ourense fue donde comenzamos, donde surgió todo este bonito proceso, pero hoy el grueso de las acogidas está en A Coruña con 33 familias, seguido de Pontevedra y Lugo", explica José Manuel Borrajo, presidente de la entidad, que lejos de desanimarse, apunta que "esto son ciclos, hay familias muy generosas y estoy seguro que la provincia volverá a tener su peso en las acogidas de estos angelitos rubios, porque somos generosos y así se ha demostrado en estos años". Sobre los motivos que han llevado a la provincia al último puesto en el número de acogidas, Borrajo cree que es una consecuencia de la despoblación y envejecimiento que está vivienda la provincia, unido a una crisis económica "que aquí ha sido especialmente dura", dice.

Para aquellas personas que se quieran animar a acoger a un menor en sus hogares durante los meses de julio y agosto, Borrajo recomienda contactar con la asociación (988.55.32.11 o [email protected]) antes del 15 de febrero. "Es una experiencia preciosa para la familia acogedora el ver como das vida a un niño, en el sentido más amplio de la palabra", describe Borrajo consciente de que las mejorías en la salud del niño después de estar dos meses fuera de una zona de radiación son evidentes casi desde las primeras semanas ganando peso y altura.

El programa, que comenzó en el verano de 1995, ha permitido hasta la fecha que unos 600 menores entre 6 y 18 años disfruten de unas vacaciones saludables en Galicia. "Salvo un caso o dos contados, y no todos los años, la mayoría de los niños repiten hasta que alcanzan la mayoría de edad. De ahí que la relación que se establece entre las familias sea única", reconoce Borrajo. Preguntado sobre el coste que supone traer a un menor, Borrajo dice que rondan 750 euros, si bien la cifra se reduce al contar con ayudas económicas de algunas diputaciones y concellos.

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