Los Servicios Sociales de Ourense no cubren las necesidades básicas de muchos de los ciudadanos que los necesitan. Estos, ante la pasividad municipal y la falta de atención, se apelotonan en las ONGs para conseguir un mínimo de calidad de vida o un trabajo con el que subsistir. Es el caso de Indira y Jose Fina, que sentadas en la entrada de Cáritas esperan a que un trabajador las atienda para tratar de conseguir un empleo: “Venimos aquí porque nos forman o nos ayudan con nuestra experiencia a conseguir un trabajo”, explican.
Jose Fina lamenta que las oportunidades, pese a las ayudas son efímeras: “Yo ya vine más veces y conseguí empleo, el problema es que siempre son cosas temporales”, señala.
A la misma hora, Sara (nombre ficticio) entraba también en la entidad para buscar soluciones. Llegó a Ourense desde Vigo y tras pasar tres días en el albergue municipal tuvo que abandonarlo: “En Vigo me dejaron estar diez días, supongo que ahora iré hasta Cruz Roja a ver si me pueden ayudar”, explica.
El albergue municipal de Ourense cuenta con 19 plazas y la media de ocupación durante las últimas semanas se sitúa en 12. Mientras que en otras ciudades como Vigo se permite una estancia de diez días, en la ciudad de As Burgas el máximo es de tres. El concejal de Política Social, Telmo Ucha, explica que se estipuló así “para emergencias y que nadie pensara que es un hotel permanente”, aunque, admite, “al haber plazas libres, nunca se le dice que no a nadie que necesite pernoctar más noches, salvo casos puntuales de usuarios problemáticos”, indica.
Afirmaciones a la ligera
Durante el pleno municipal del pasado viernes, Ucha afirmó que en Ourense solo hay 11 personas sin techo. Es más, citó sus lugares de procedencia: “Son de Sarria, Lugo, Xinzo, Vilar de Santos, Xinzo, Maceda, Pereiro de Aguiar, Río de Xaneiro, Pontevedra e catro de Ourense”. Sin embargo, desde Cruz Roja, que hacen trabajo de campo, afirman que son 35 las personas sin hogar: “Semanalmente son a alrededor de 35 personas en situación de calle o en infraviviendas, y se trata tanto de personas que residen habitualmente en la ciudad como transeúntes”, explican.
María Tabarés, directora de Cáritas en Ourense, indica que “hay determinadas cosas que solo puede hacer el Concello y no es precisamente quedarnos como estamos, el refuerzo de los servicios sociales es necesario. Deben crear un recurso que sea capaz de atender a la población ourensana”, señala. Tabarés destaca que no son las entidades sociales las que deben organizar los servicios municipales y “es urgente bajar las listas de espera”, indica.
Durante la sesión plenaria, Ucha no sólo afirmó que Democracia Ourensana fue el grupo que más invirtió en los servicios sociales, sino que además, más tarde indicó que con ellos se adquirieron “nuevos medios técnicos (sobre todo equipos informáticos que ya estaban más que obsoletos) y una incorporación de personal como hasta años no se hacía, destacando las 12 nuevas trabajadoras sociales”, explicó.
Desde la oposión, Rafa Villarino califica de “nefasta” la gestión desde el Concello: “No saben de nada y no tienen competencias. Es lamentable que haya que esperar meses a que te atienda una trabajadora social y que sean incapaces de incorporar al personal necesario”, señala. “No se tiene en cuenta la participación de la gente en absoluto y el propio Ucha reconoció en la junta de área -ayer- que tampoco es su prioridad, hay una persona que no puede dormir en el albergue y no se busca solución”, explica.
Por otra parte, Luis Seara afirma que “o Concello ten que poñer os medios necesarios para que ningúen quede atrás” y, su compañera Rhut Reza opina que “isto ven de atrás, solo hai que ver como deixou o Partido Popular a concellería dos servizos sociais, a deixou baixo mínimos e así está agora”.
