El plan de sostenibilidad turística “Ourense Termal” avanza en la estrategia que permitirá la “transformación competitiva” de los 15 municipios rurales termales de la provincia. El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, se reunió ayer con el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, y el delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, en una jornada de trabajo celebrada en el balnerario de Laias, en Cenlle. Las tres administraciones destinarán un presupuesto global de más de 3 millones al proyecto, que se materializará de 2022 a 2024. “El termalismo es una cuestión identitaria y un recurso económico que necesita de la cooperación nacional, autonómica, provincial y local”, valoró Baltar.
Miñones destacó la “oportunidade para desestacionalizar o turismo, captando máis segmentos de público e artellando unha oferta turística combinada con outros servizos relacionados co patrimonio natural, o enoturismo e o deporte”. El delegado del Gobierno señaló que el plan “contribuirá a frear o despoboamento da provincia” y que Ourense tiene la “vantaxe” frente a otros destinos de “encaixar” con el turismo “que ahora tanto se demanda”.
El presidente de la Diputación recordó que Ourense se convertirá en la sede del Observatorio Mundial del Termalismo y acogerá el Congreso Internacional de Turismo Termal. “Ourense se convertirá en el epicentro del termalismo a nivel mundial”, subrayó el presidente de la Diputación.
El Plan de Sostenibilidad Turústica “Ourense Termal” busca armonizar dos modelos: el de los balnearios y el del termalismo al aire libre. Entre los objetivos del proyecto está el nuevo balneario, la mejora de infraestructuras y servicios en las áreas termales al aire libre y la puesta en valor del patrimonio termal. También se pondrá en marcha una herramienta de inteligencia turística, así como la digitalización del proyecto.
Los 15 municipios del plan son Arnoia, Bande, Baños de Molgas, Boborás, O Carballiño, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro, Lobios, Monterrei, Muíños, Punxín, Ribadavia y Verín.
