La Mostra da Oportunidade cerró sus puertas ofreciendo precios bajos en artículos sin pretensiones

Plan para vestir de boda por 50 euros

Después de tres días, la Mostra de Oportunidade echó el cierre. En la última jornada, nos propusimos completar el vestuario con el que acudir a un a boda desembolsando el menor gasto posible.
Pregunta: ¿se puede uno vestir, con el mínimo gasto, en la Mostra da Oportunidade para, digamos, acudir a una boda y no ser el centro de atención, la comidilla, el hazmerreír? Es posible. Después de dos días abierto, el recinto de Expourense lucía ayer todavía de una amplia gama de artículos. Empezamos. Si este periodista fuese mujer, el abanico de opciones para brillar con luz propia en la boda es más amplio. De hecho, las alternativas resultan tan inauditas y variopintas, que por 15 euros –hasta dónde hemos llegado, ¿verdad?– se puede adquirir un traje de chaqueta y pantalón e irrumpir en el casamiento con las hechuras con que la ministra Chacón apareció en la Pascua Militar.

Pero pongamos que este periodista no es ministra, por lo que prefiere acudir en vestido a la gala. Tanto mejor, hombre, porque en cuestión de vestidos –cortos, largos, horripilantes, hacendosos...– incluso podría presentarse en la iglesia habiendo gastado en uno 10 sórdidos y pordioseros euros. Pura y desnuda bicoca. Podría gastar incluso menos, pero vamos a una boda, no a la recolecta de la fresa en El Ejido (Huelva). El –o la– periodista suma al conjunto una camisa por otros 15 euros.

En la sección de zapatería, por otros 15 euros, la calzan a una. Si no posee clase ninguna, por cinco. No son unos Manolos, pero le recordamos dónde estamos. Aunque una cosa hay que decir: pese a que el evento se llama Mostra da Oportunidade, y el lujo y el glamour destacan por no estar presentes, los asistentes buscamos entre las perchas con la esperanza de hallar traspapelado un Versace, que si en otro lugar valdría 20.000 euros, aquí podría costar 20. No faltan los complementos, los abalorios, los detalles ocultos.

Si este periodista decide vestir de hombre, la boda puede atragantarse. Hay menos fondo de armario donde elegir. Mucho menos. Apenas un puñado de trajes. No pida la luna, no espere un milagro. No pida nada, en realidad, porque con esos trajes demodé con los que iría a la boda, perfectamente podría ir a comer el pulpo a la feria. ¿Lo bueno? Si tiene saque, el pulpo incluso le saldría más caro que el traje, que está en los 50 euros. Hay camisa para caballero por 20 euros, zapatos por 10. No fue posible encontrar corbata. Mejor. ¿Se imagina cómo podría llegar a ser?

Regalo de bodas

Una de las grandes atracciones de la Mostra son los productos milagrosos. Eso le dio al redactor una idea especialmente cochambrosa: salir de Expourense con el regalo de boda. El trapo que no arde aun cuando el cocinero muere pasto de las llamas de la cocina, es ideal. Más incluso que la plataforma vibrante Eco Fitness. Si todo falla, y los novios lo ahuyentan de la boda antes del banquete, en la Mostra la panceta está a 4,95 euros el kilo.

La organización cifra en 17.000 las visitas

La Mostra cerró ayer sus puertas tras tres días, según un comunicado de la organización, “de intensa actividad en los que siguió contando con el apoyo del público. Más de 17.000 personas se acercaron desde el viernes y hasta el domingo hasta Expourense, donde pudieron encontrar los mejores precios, en millares de artículos”. A pesar de la crisis, aun los bolsillos de los más ahorradores encontraron algún descuento al que no se pudieron resistir, aseguró la organización, que compendió el balance en “mayor calidad y fidelidad del público al textil”.

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