Tráfico alerta que la siniestralidad urbana no baja: 135 accidentes en 2013, con 159 víctimas.
La Policía Local de Ourense sigue mostrándose reacia a controlar los excesos de velocidad en la ciudad Pese a que hace tres meses, tras el refuerzo de los turnos de noche los fines de semana, los agentes comenzaron a practicar controles preventivos de alcoholemia, hasta entonces inexistentes, la conducción a más velocidad de la permitida continúa siendo la asignatura pendiente en Ourense pese a las quejas trasladadas por asociaciones vecinales al subdelegado del Gobierno y al propio Concello.
Ni tan siquiera el atropello mortal ocurrido en noviembre del pasado año en la avenida Otero Pedrayo dio pie a recapacitar. Agentes del propio cuerpo aseguraron a este diario que "el exceso de velocidad sí influyó en el desenlace final ", aunque matizan que la causa determinante fue "que la peatón cruzó por un lugar no habilitado".
Ourense no sólo es la única capital de provincia de España sin radar fijo en su entramado urbano sino que tampoco hace uso de los dos radares móviles que pone a disposición de las policías locales la Dirección General de Tráfico (DGT) que sí están utilizando, por contra, las plantillas de Carballiño, Verín y O Barco (actualmente están siendo empleado en los dos primeros concellos).
Calles como Progreso, Curros Enríquez, avenidas de Marín y Santiago, Eulogio Gómez Franqueira, Marcelo Macías o la N-120 a su paso por la ciudad son viales en los que, según reconocen agentes de la Policía Local, se comenten continuos excesos de velocidad.
Los excesos de velocidad están detrás de una buena parte de los accidentes en entramados urbanos, siniestros que lejos de reducirse, tal como ha ocurrido en las vías interurbanas, aumentaron, según puso de manifiesto ayer el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, en la reunión mantenida con las policías locales de la provincia en la Subdelegación del Gobierno al objeto de promover la colaboración.
Los cuerpo de la Policía Local comunicaron en 2013 a la DGT un total de 135 accidentes con 160 víctimas (137 heridos leves, 22 graves y un muerto). Además hubo otro mortal en tramo urbano (Francelos -Ribadavia), pero intervino la Guardia Civil. De forma que el pasado año, un 17% de las víctimas mortales en carretera tuvieron como escenario vías urbanas (el mismo porcentaje de 2012).
