La policía pide tiempo para resolver el ‘caso Socorro Pérez'

La Comisaría de Policía fue ayer escenario de una reunión a dos bandas entre la familia de Socorro Pérez (estuvieron los padres y el primo que ejerce como portavoz) y el inspector jefe Bernardo Caamaño, el máximo responsable de la investigación en torno al crimen que le costó la vida a la vecina de O Couto de 42 años el pasado dos de mayo.

La familia, quien había pedido la reunión ante la ausencia de noticias sobre la investigación después de dos meses, salió confiada en que la resolución del caso sigue siendo algo prioritario para la Policía Nacional en Ourense pero cree que apenas se avanzó en el caso. "Tenemos la sensación de que estamos como al principio y que no hay nada concreto; ni pistas claras ni sospechosos", aseguró al término de la reunión el portavoz, Jesús María Pérez Barreiros. El inspector reconoció ante los padres de la víctima que están ante un caso complejo y que "precisan tiempo".

Pese a que los allegados de Socorro Pérez creyeron desde un principio que el culpable de su muerte era alguien conocido por ella, los investigadores, según les transmitieron ayer, no lo tienen tan claro. "La Policía nos dice que es posible que el autor del crimen no conociera la zona en donde apareció el cadáver, ya que apenas estaba oculto, lo que llevaría consigo a que el asesino la sorprendió mientras corría por la zona del Seminario", explica Pérez Barreiros. Personalmente, él tampoco descarta que el cadáver fue trasladado ya que Socorro Pérez fue vista por testigos corriendo a orillas del Miño y no por la carretera del Seminario.

La policía tiene en cuenta que el homicida mató a la vecina de O Couto con una piedra -le golpeó brutalmente la cabeza- que apareció entre los matorrales y pinos en donde fue hallado el cuerpo sin vida, en una zona al pie de la carretera que va hasta el repetidor de televisión. Este hecho confirma que a Socorro Pérez la mataron en el lugar porque el arma homicida es compatible con el terreno.