La mujer había presentado una denuncia por malos tratos contra su pareja, con la que ya no convivía

La Policía recurre a investigadores de Madrid para localizar a la brasileña desaparecida

El hombre que vio por última vez a la mujer brasileña que lleva 10 días desaparecida reconoció a la Policía Nacional que se había citado con ella pero aseguró que a última hora de la tarde se despidieron en la calle Ervedelo. La desaparición de María Socorro D., de 30 años, se está convirtiendo en un enigma para los agentes, que trabajan con la hipótesis de que fuera asesinada, esté secuestrada o decidiera marcharse. La complicación del caso ha motivado la llegada de policías especializados de Madrid.
La Policía Nacional aún no encontró pistas que permitan esclarecer la desaparición de María Socorro D., de 30 años, con domicilio en la ciudad.

La mujer, natural de Brasil, no regresó a su domicilio hace 10 días después de citarse por teléfono con un hombre, que los agentes ya tienen identificado.

Es más, ya le tomaron declaración, pero su testimonio no arrojó de momento luz a la búsqueda, dado que reconoció que estuvo con ella pero aseguró que a última hora de la tarde se despidieron en la calle Ervedelo y no volvieron a verse.

La mujer compartía piso con una amiga, que fue la que denunció su desaparición alarmada de que no hubiera regresado a casa, en donde dejó todas sus pertenencias personales.

La Policía Nacional abrió una investigación al tiempo que el Juzgado que asumió la denuncia declaró el secreto de sumario.

Los agentes la buscaron en los últimos 10 días por toda la ciudad pero las pesquisas aún no dieron resultado. La falta de pistas provocó que los mandos del Cuerpo Nacional de Policía desplazaran a la Comisaría ourensana desde Madrid a un grupo de élite para que resuelva el caso.

En la actualidad, los agentes trabajan con tres hipótesis, la primera es que la mujer esté siendo retenida contra su voluntad y obligada a ejercer la prostitución. De hecho, los investigadores inspeccionaron varios bares de alterne en la provincia.

Otra de las líneas de investigación es que fuera asesinada y los autores se deshicieran de su cadáver. Aunque también se plantean que decidiera abandonar la ciudad y comenzar una vida nueva en otro punto del territorio, al sentirse cansada de mantener contactos con clientes en un domicilio de la ciudad y bajo las órdenes de otras personas.

María Socorro D. llevaba más de dos años en la ciudad. Hasta hace dos meses compartió su vida con un ourensano, pero lo denunció por un supuesto delito de malos tratos. El presunto agresor tenía prohibido acercarse a ella y, una vez rota la relación, comenzó a ejercer la prostitución en un piso y a anunciar sus servicios en algunos medios de comunicación.

Control del teléfono y movimientos bancarios

La Policía Nacional rastreó el piso que comparte la desaparecida con una compañera y se encontró con su ropa, objetos de valor e incluso recuerdos familiares y personales, lo que, según fuentes policiales, provocó dudas sobre que decidiera marcharse por su propia voluntad para comenzar una vida nueva en otro lugar.

Los agentes controlan su teléfono móvil para localizarla en caso de que realice alguna llamada y también los movimientos en sus cuentas bancarias por si retira o ingresa dinero y así poder localizar el lugar en que está. La investigación también llevó a comprobar vuelos de avión a Brasil por si había regresado a su tierra natal, en la que reside parte de su familia. La desaparición mantiene en vilo, desde que fue dada a conocer por este periódico a principios de esta semana, a la comunidad brasileña en la provincia, entre la que era conocida María Socorro D, como una mujer muy guapa, simpática, trabajadora y buena persona.

Te puede interesar