El retraso de las obras en las cubiertas, que ya deberían haber comenzado, provoca filtraciones de agua que dañan las pinturas del muro norte y afectan el preciado Pórtico do Paraíso

La policromía de la Catedral exige una actuación urgente

Las actuaciones que desarrolla el equipo de Ma  ría Dolores Lago contemplan un análisis del estado del Pórtico do Paraíso.
El equipo de restauración que trabaja en los retablos de la Catedral de Ourense propondrá a Patrimonio una intervención de urgencia para la pintura del muro norte del nártex, que está experimentando 'ligeros desprendimientos' debido a la humedad y filtraciones que llegan por los problemas estructurales de la Torre das Campás. El objetivo sería realizar una 'limpieza muy superficial' que elimine la cantidad de polvo que cubre la pintura, al tiempo que intenten 'fijar la policromía, que se encuentra muy pulverulenta', es decir, que los materiales pictóricos han perdido adherencia a la superficie del muro.
Así lo explica la responsable de la restauración, María Dolores Lago, después de analizar la pintura. A falta de conocer los resultados finales, alerta sobre la necesidad de 'esa intervención puntual', aunque 'seguirá deteriorándose hasta que no se realice una actuación estructural'.


OBRAS EN LA TORRE

Las obras en la Torre das Campás están ya adjudicadas, según recuerda el responsable de Patrimonio de la Diócesis, Miguel Ángel González, quien supone que 'estarán esperando a que deje de llover para empezar', si bien es cierto que el Concello otorgó la licencia de obra para las cubiertas de la Catedral a finales del pasado noviembre, que se remodelarían en base a un proyecto del arquitecto Manuel Seoane y que cuenta con una inversión de 100.000 euros 'incluida en los presupuestos del año pasado', según González. En cualquier caso, la intervención de urgencia en las pinturas del muro norte debería ejecutarse cuanto antes porque, aunque comiencen las actuaciones en la torre, 'después habría que dejar secar la zona', lo que requeriría una espera temporal todavía mayor, según explica María Dolores Lago.

Lo que sí está claro es que el estado de los tejados está provocando filtraciones y que, mientras estos problemas estructurales no se solventen, tanto la humedad como las sales que entran están 'afectando a la policromía' y 'provocando desprendimientos' en el mortero (una masa empleada en la construcción). 'Todo eso lo valoramos nosotros como restauradores, pero un arquitecto tendrá que valorar qué está causando los problemas en la estructura'.

El análisis del muro norte responde a un proyecto de restauración que contempla además la limpieza del retablo de la Virgen del Belén y la pintura de San Francisco Blanco, así como la toma de datos en el Pórtico do Paraíso.

En la pieza central de la Catedral ourensana, el proceso de estudio será el mismo, es decir, un seguimiento de la humedad, la temperatura y el nivel de sales. De todo ello saldrá un informe final a partir del cual se podrá enfocar una futura restauración. Por el momento, el equipo profesional liderado por María Dolores Lago ha observado que 'la policromía, que data del siglo XVIII, admite limpieza'. En su momento le fue aplicado un tipo de aceite, pero 'sobre todo es suciedad', explica. Sin embargo, las sales que entran a la Catedral mediante las filtraciones de las cubiertas provocan que 'las esculturas más cercanas al muro norte presenten una especie de polvillo blanco'.

Donde no han encontrado ningún problema es en todos los trabajos del muro sur, que relucen ya en casi todo su esplendor original. Es el caso de la Virgen del Belén, sobre la que han percibido 'muchísima devoción'. Prueba de ello son los papeles, monedas e incluso anillos que encontraron al comenzar la intervención. En él no ha sido necesario ningún 'aparataje especial', en palabras de la restauradora, sino que la limpieza ha podido realizarse con los disolventes habituales de estos profesionales.

Desde septiembre, María Dolores Lago y su equipo ejecutan una intervención aprobada ese mismo mes con un presupuesto cercano a los 50.000 euros. Está previsto que entre finales de febrero e inicios de marzo puedan retirar los andamios que hoy presenta la Catedral tras la puerta principal del templo. Tan pronto como concluyan su labor en él contarán con un mes para presentar el informe final, en el que deberán incluir una memoria de su intervención y los datos que extraigan de los análisis, tanto del muro norte como del propio Pórtico do Paraíso.

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