A Ponte, un barrio a alta velocidad

Varios viajeros cruzan el paso de peatones de la estación de tren Empalme.
photo_camera Varios viajeros cruzan el paso de peatones de la estación de tren Empalme.
La llegada del AVE deja huella en A Ponte: la vivienda turística crece, los comerciantes dan cuenta del aumento de los clientes y el precio de los alquileres se ha encarecido en el último año

La llegada del AVE a la ciudad deja sus frutos en el barrio de A Ponte, que saluda a los viajeros al salir de la estación Empalme. Comerciantes, hoteles y hostelería coinciden en señalar el aumento de clientes y pernoctaciones gracias a la alta velocidad. “La gente no solo cruza el barrio para llegar al centro, también hace parada aquí, y se nota”, explica Sole González, de la administración de loterías Mirlo Blanco. “Se nota mucho movimiento y mucho turista, hacen gasto aquí”, apuntan desde la cafetería Anduriña, frente a la estación.

La vivienda turística no deja de crecer desde la llegada del AVE, en diciembre de 2021. Las plazas totales en el barrio pontino son ya 145, casi el doble que en 2020, según los datos facilitados por la Xunta de Galicia. Las pensiones y hoteles, por su parte, dan cuenta del incremento de reservas. “A nosotros nos ha venido muy bien, ha sido muy positivo. Tenemos más gente extranjera que antes”, apuntan desde el hostal Rotonda. En Alda Estación, estos días no bajan del 90% de ocupación. Entre los viajeros no solo hay turistas, sino también trabajadores que pasan varios días entre semana en la ciudad. “No noso caso predomina o cliente de empresa”, detallan desde Alda.

Los comercios -de alimentación y ropa, en su mayoría- notan el bum. “Cando chega o tren énchese a zona da estación de xente. Aquí teño clientes que igual acaban de chegar, ou van coller o tren, e pasean pola zona, miran as tendas. A verdade é que é algo moi positivo”, apunta Carmen Viana, de la tienda Ourense Bio. “Cuando más se nota es el fin de semana, entre semana los clientes son los habituales, los del barrio”, señala Sole González. Por ahora, eso sí, no se han abierto nuevos negocios, pero los comerciantes tienen esperanza: “Al barrio le vendría muy bien”.

El precio de los alquileres de bajos comerciales se ha incrementado y se sitúa entre los 350 y 400 euros al mes. La vivienda también se encareció: en 2022, por primera vez, se superó el coste medio de 400 euros mensuales, según el Observatorio de Vivenda de la Xunta. 

La glorieta

La llegada del AVE se deja ver en el incremento de los taxis que se desplazan a la estación diariamente. “Se antes mandabamos 10 taxis para recoller aos viaxeiros, agora mandamos 25, porque a maioría das veces veñen case completos”, apunta Francisco Álvarez, presidente de la Asociación de Taxistas de Ourense. El sector demanda mejoras para agilizar el tráfico, como una glorieta en la parte alta de la avenida de As Caldas: “Tamén precisamos unha marquesina para os clientes, agora vén o calor e non se aguanta”.

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