OURENSE

El PSOE volverá a llevar a un pleno el pago de facturas

El gobierno local advierte de que el veto de la oposición costará 100.000 euros al año al Concello. PP y BNG alertan de la falta de gestión y de espíritu negociador para lograr el consenso

El Consistorio de la ciudad tendrá que pagar 100.000 euros al año en intereses de demora y en procesos judiciales que puedan plantearse tras la negativa de la oposición municipal -PP, BNG y DO, que juntos suman mayoría en la Corporación-, en el pleno del pasado viernes, a suscribir dos modificaciones de crédito para amortizar deuda y abonar facturas pendientes a proveedores. Es el cálculo que ha hecho el concejal de Hacienda, el socialista José Angel Vázquez Barquero, al evaluar las consecuencias que el veto a ambas operaciones económicas supondrá para el Concello de Ourense.

El edil dijo que el grupo de gobierno no asumirá la responsabilidad de esa "frivolidad", como calificó la actitud de la oposición, aunque reconoció que, evidentemente, el Concello como institución tendrá que hacerse cargo de los gastos que se generen, aunque eso podría ocurrir ya en el próximo gobierno local "e ao mellor, xa non estamos nós".

Pero, además, Vázquez Barquero cargó duramente contra populares y nacionalistas porque, según su información, en realidad rechazaron el pago de facturas generadas hace años, primero por gobiernos del PP en la ciudad -aún quedan facturas pendientes de aquellos mandatos que finalizaron en 2007- y después, por la gestión del BNG en la responsabilidad de Termalismo y Turismo. Porque, detalló, el 65% de las deudas de la partida de 716.372 euros destinados al pago de facturas, son dos generadas por esas dos formaciones, la primera por una obra de trasvase de agua de Miño al Barbaña, y la segunda por la buvette del Campo de Santiago, en A Ponte. Todo ello, recalcó, sin olvidar que el veto a la amortización de deuda por más de 12,8 millones -la segunda modificación de crédito rechazada- impide cumplir con la Ley de sostenibilidad presupuestaria, por lo que enviará un escrito al Ministerio de Hacienda y a la Xunta de Galicia, dando cuenta de que la actitud de la oposición, particularmente el PP, es la causante de estos incumplimientos.

Con todo, el edil señaló que volverá a llevar a un nuevo pleno ambas modificaciones de crédito, vía reconocimiento extrajudicial de créditos y con el aval de los técnicos, esperando que para entonces "volte a cordura".



La oposición, ni agua

Probablemente no sea así, porque PP y BNG ya precisaron ayer que la falta de gestión del gobierno local y su "nula" capacidad negociadora impiden cualquier acuerdo para sacar adelante ambas medidas. Sin duda, la proximidad de las elecciones municipales es otro elemento clave a tener en cuenta. El portavoz municipal popular, Rosendo Fernández, lo tiene claro, las palabras de Barquero son "excusas de mal pagador en toda a extensión da palabra". Esto se produce, dijo, por no haber pagado las facturas en tiempo y forma y por la falta de un presupuesto municipal.

Recordó Fernández que si el gobierno local se niega a ejecutar las propuestas que aprueba la oposición en pleno, ésta no tiene por qué asumir las que plantea el gobierno local; pero, sobre todo, echa en cara al PSOE su "absoluta falta de intención negociadora" para alcanzar el consenso; al fin y al cabo, "son eles os que teñen que gobernar". De igual modo, el nacionalista Xosé Somoza puso en evidencia la "total falla de entendemento" con el PSOE hasta el punto de que el BNG no está dispuesto, dice, a ser de nuevo la "muleta" del gobierno local en minoría. "Hai unha falta de xestión grave e non imos ser cómplices desa parálise", recalcó, recordando que en este momento no existe "ningún contacto nin negociación" con los socialistas para alcanzar acuerdos, algo de lo que responsabiliza al grupo que lidera Agustín Fernández, el alcalde.

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