Un profesor de Religión de O Barco, A.O.G., se enfrenta a una acusación de abusos sexuales continuados a ocho menores de edad, cometidos entre los años 2003 y 2011.
La investigación comenzó a raíz de la queja de una madre al ANPA del colegio Virxe do Camiño, de Rubiá, que se quejó 'á dirección e non lle fixo caso', explicó la presidenta del colectivo de padres, Maite Núñez. Añadió que, inmediatamente, la protesta fue transmitida al consejo escolar del centro, que dio cuenta a la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria. 'Hai unha queixa e queremos que se investigue', dijo ayer la portavoz de los padres.
Al profesor, que fue suspendido de empleo y sueldo, también le fue retirado un niño que tenía en acogida. Además, se enfrenta a una pena de cárcel que podría alcanzar los 19 años, a indemnizar a los niños que denunciaron y a una orden de alejamiento de menores de edad. El fiscal formuló su petición después de que, en enero de 2012, se tomase declaración a los menores.
REACCIONES
En la familia del acusado defendieron su inocencia. 'Unhas señoras denunciárono sen que fixese nada. Querían botalo do colexio. Queríano moitísimo, non sei por que lle fixeron esto. Non hai nada de verdade. Ningúen lle falará mal del porque é unha boa persoa. Agora está fastidiado', manifestó una familiar muy cercana que no quiso dar su nombre. También confirmaron que estudió en el Seminario Menor Diocesano de Astorga, aunque no ejerció de sacerdote. Daba clases de Religión.
Pero la opinión de la madre de uno de los menores que denunciaron abusos es muy distinta. 'Hai nenos que os levaba manoseando moito tempo e hai casos moi malos. Levaba aproximadamente 10 anos dando clases en Rubiá. Agora hai que esperar a ver que pasa', dijo. Añadió que los hechos se desarrollaron durante la clase, ante todos los alumnos. 'A algún lle tocaba a espalda e lle pasaba a lingua pola orella', añadió.
A.O.G. impartía clase en los colegios Virxe do Camiño de Rubiá; Tomás Terrón Mendaña, de Sobradelo; Manuel Folla Respino, de Vilamartín; y el centro de O Bolo.
Al profesor, que fue suspendido de empleo y sueldo, también le fue retirado un niño que tenía en acogida. Además, se enfrenta a una pena de cárcel que podría alcanzar los 19 años, a indemnizar a los niños que denunciaron y a una orden de alejamiento de menores de edad. El fiscal formuló su petición después de que, en enero de 2012, se tomase declaración a los menores.
REACCIONES
En la familia del acusado defendieron su inocencia. 'Unhas señoras denunciárono sen que fixese nada. Querían botalo do colexio. Queríano moitísimo, non sei por que lle fixeron esto. Non hai nada de verdade. Ningúen lle falará mal del porque é unha boa persoa. Agora está fastidiado', manifestó una familiar muy cercana que no quiso dar su nombre. También confirmaron que estudió en el Seminario Menor Diocesano de Astorga, aunque no ejerció de sacerdote. Daba clases de Religión.
Pero la opinión de la madre de uno de los menores que denunciaron abusos es muy distinta. 'Hai nenos que os levaba manoseando moito tempo e hai casos moi malos. Levaba aproximadamente 10 anos dando clases en Rubiá. Agora hai que esperar a ver que pasa', dijo. Añadió que los hechos se desarrollaron durante la clase, ante todos los alumnos. 'A algún lle tocaba a espalda e lle pasaba a lingua pola orella', añadió.
A.O.G. impartía clase en los colegios Virxe do Camiño de Rubiá; Tomás Terrón Mendaña, de Sobradelo; Manuel Folla Respino, de Vilamartín; y el centro de O Bolo.
