Una organización trajo a Ourense a seis ciudadanos de Bangladesh de forma ilegal. Según la Policía, estos inmigrantes pagaban hasta 11.000 euros con el propósito de trabajar en restaurantes de comida hindú pero al llegar a España comprobaban que tales establecimientos no existían. Los investigadores consideran desmantelada la trama después de que fueran detenidos un ourensano y un portugués como presuntos cabecillas de la organización.Ambos quedaron en libertad tras declarar ante el juez.
Alrededor de 11.000 euros tenían que pagar los inmigrantes de Bangladesh que pretendían venir a Ourense, supuestamente para trabajar. Al menos este es uno de los detalles que se desprenden de la operación policial que permitió detener al ourensano Francisco José R.I. y al portugués Paulo Alexandre N.S. como presuntos autores de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.
La Brigada de Extranjería de la Comisaría de Ourense, junto a policías de Madrid, arrancaron la operación hace aproximadamente un año. De las investigaciones pudieron constatar que los dos detenidos habían creado una empresa radicada tanto en la India como en España relacionada con restaurantes de comida hindú, si bien ésta nunca llegó a realizar ninguna activi dad. Fueron también estas dos personas, a las que la Policía considera los presuntos cabecillas de la organización, las que solicitaron en la embajada de España en Nueva Delhi (India) permisos para poder traer a España a 30 ciudadanos de Bangladesh para trabajar en una cadena de restaurantes.
Bajo engaño
Precisamente, el gran número de peticiones pudo ser una de las causas que alertó a las autoridades de la posibilidad de que existiese una irregularidad en el traslado de estas personas. De hecho, de las 30 solicitudes sólo fueron admitidas seis, que vinieron a trabajar a la ciudad y residían en un piso ubicado en la calle Pena Trevinca que era, además, la sede social de la empresa. Estos seis inmigrantes residieron alrededor de medio año en esa vivienda, pero nunca pudieron llegar a trabajar, dado que los restaurantes no existían. Según la Policía, pagaban alrededor de 11.000 euros a la organización y venían bajo engaño y, en ocasiones, amenazas. Estos ciudadanos de Bangladesh (al igual que otros dos que residían en Madrid) fueron detenidos por estancia irregular en España y se están realizando los trámites para su expulsión.
Además de los supuestos cabecillas, la Policía detuvo en Madrid, el pasado marzo, a Rakibul H.R. que presuntamente era el contacto de la organización en la India y se encargaba de captar a las víctimas en su país de origen y ofrecerles contratos de trabajo en España. Los otros dos arrestados quedaron en libertad tras declarar ante el juez. Aunque no descarta más arrestos, la Policía da por desmantelada la organización.
La Brigada de Extranjería de la Comisaría de Ourense, junto a policías de Madrid, arrancaron la operación hace aproximadamente un año. De las investigaciones pudieron constatar que los dos detenidos habían creado una empresa radicada tanto en la India como en España relacionada con restaurantes de comida hindú, si bien ésta nunca llegó a realizar ninguna activi dad. Fueron también estas dos personas, a las que la Policía considera los presuntos cabecillas de la organización, las que solicitaron en la embajada de España en Nueva Delhi (India) permisos para poder traer a España a 30 ciudadanos de Bangladesh para trabajar en una cadena de restaurantes.
Bajo engaño
Precisamente, el gran número de peticiones pudo ser una de las causas que alertó a las autoridades de la posibilidad de que existiese una irregularidad en el traslado de estas personas. De hecho, de las 30 solicitudes sólo fueron admitidas seis, que vinieron a trabajar a la ciudad y residían en un piso ubicado en la calle Pena Trevinca que era, además, la sede social de la empresa. Estos seis inmigrantes residieron alrededor de medio año en esa vivienda, pero nunca pudieron llegar a trabajar, dado que los restaurantes no existían. Según la Policía, pagaban alrededor de 11.000 euros a la organización y venían bajo engaño y, en ocasiones, amenazas. Estos ciudadanos de Bangladesh (al igual que otros dos que residían en Madrid) fueron detenidos por estancia irregular en España y se están realizando los trámites para su expulsión.
Además de los supuestos cabecillas, la Policía detuvo en Madrid, el pasado marzo, a Rakibul H.R. que presuntamente era el contacto de la organización en la India y se encargaba de captar a las víctimas en su país de origen y ofrecerles contratos de trabajo en España. Los otros dos arrestados quedaron en libertad tras declarar ante el juez. Aunque no descarta más arrestos, la Policía da por desmantelada la organización.
