El proyecto contempla la canalización de los vertidos fecales hacia los colectores y la recuperación ambiental del cauce y sus márgenes

La regeneración del río Loña seguirá este año a la del Miño y del Barbaña

Entorno del río Lonia que será regenerado. (Foto: JOSÉ PAZ)
La sostenibilidad, aplicada al mundo del agua, permitió la recuperación de las márgenes del Miño y Barbaña, cuyo paso por la ciudad quedó humanizado por obras gestadas tanto en el subsuelo, decisivas para la regeneración de las aguas, como resueltas en superficie. Pero faltaba el río Loña.
'Es una deuda histórica', admite Demetrio Espinosa, concejal de Medio Ambiente del Concello de Ourense. A lo largo del año se comenzará a saldar el adeudo. La recuperación, en este caso, pretende ser integral y evitar la estrategia que se ha seguido con los otros ríos que trenzan la ciudad, donde en distintas etapas se han ido recuperando ya los paseos de la ribera, ya las canalizaciones subterráneas. La intervención, en lugar de ser sucesiva, será simultánea.

El proyecto prevé, en primer término, recoger las aguas fecales que todavía se vierten al Lonia. 'Son muy puntuales -señala Espinosa-, y básicamente proceden de pequeñas explotaciones agrícolas, gallineros, espacios donde se riega a manta y se abona con estiércol, lo que facilita su paso al río; incluso alguna vivienda'. Estos vertidos se recogerán y canalizarán hacia colectores, lo que implica que actuar sobre un tramo de unos tres kilómetros de río.

Mientras esto se gesta en el subsuelo, en el exterior, el proyecto municipal pondrá en valor la ribera, a través de un paseo que 'no va dar lugar a un margen derecho y a un margen izquierdo, sino que habrá un paseo único que cruzará de un lado a otro del río sucesivamente', sorteando el cauce del río a partir de un sistema de pasos sobre el cauce.
El proyecto para alcanzar la recuperación integral del Loña incluirá una actuación ambiental sobre el deterioro del cauce. Explica el concejal que 'en años como este, especialmente agresivos con los caudales de los ríos que pasan por Ourense, el Loña queda muy afectado, porque aún tiene curvas y pequeños meandros que cuando el agua baja fuerte se van desgastando'. Este menoscabo se atajará con obras de bioingeniería, primando el mantenimiento del cauce original.

Por último, el proyecto incorporará un estudio del entorno natural, de cara a consolidar el control de especies arbóreas y fauna, especialmente ave y peces. Los primeros pasos de las obras, están ya presupuestados con 360.000 euros.

La visión ecologista

Adega, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, alerta ya en su memoria del año 2009 sobre la situación en la que se encuentra el Lonia. Tras subrayar que la salud de los ríos inspeccionados en la cuenca del Miño 'fue en un 68% buena, es de salientar que los tramos con salud deficiente son los que se corresponden con los ríos Forxá en Lugo y el Loña en Ourense'.

El estudio de Adega no se limita a las aguas, sino también a los márgenes. En este capítulo, las conclusiones no son menos preocupantes, pues el informe de la asociación ecologista vuelve a apuntar hacia el Loña. 'Trechos de río con alteraciones importantes en alguna de sus márgenes se advirtieron bastantes durante el trabajo de campo. Algunos ejemplos son el Tambre, el Sar, o el Loña, entre otros'. El aumento de la degradación de los de la vegetación de la ribera 'es un hecho que se pone de manifiesto en las inspecciones realizadas', y que viene a añadirse, según Adega, a la presencia de especies exóticas invasoras que compiten por el espacio y los recursos con las especies autóctonas'.

La memoria ecologista no advierte en la cuenca del Miño, después de tres inspecciones, presencia de ningún ejemplar de fauna exótica, aunque sí se pareció que 'el eucalipto volvió a ser la especie más invasora en los ríos, junto con la hierba de la pampa'.

El túnel del Miño

La recuperación del Loña vendrá a completar una intensa actividad de regeneración ambiental que estos días halla en el Miño un punto culminante, con la construcción de un túnel que cruza el río y conducirá las aguas residuales desde el margen derecho hasta la estación de bombeo de O Couto, en la cercanía del puente del Milenio.

Fin de los vertidos particulares al río Barbaña

El cierre de los puntos de vertido al Barbaña a su paso por el corazón de la ciudad constituyó una de las actuaciones más relevantes a nivel medioambiental.

En total, recuerda el concejal del ramo, Demetrio Espinosa, se retiraron más de 20 puntos de vertidos a la altura de la calle Carrierico, a través de un complejo trabajo de bombeo doble, con el que se consiguió que un buen número de viviendas no vertiesen al río.

'Son obras que no se ven pero muy importantes. Para mí son más importantes las obras del subsuelo, ya que evitan los vertidos fecales en las aguas, que el embellecimiento de los márgenes. De poco me vale un paseo que transcurre paralelo a un río cuyas aguas bajan contaminadas', sostiene.

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