El presidente de la nueva Xunta Consultiva del Parque do Invernadoiro, el cartógrafo Rodolfo Núñez de las Cuevas, afirma que es necesario impulsar el citado espacio natural pero sin destruir su alto valor ecológico que describe como libre de codicia humana.
El ingeniero y geógrafo Rodolfo Núñez de las Cuevas, director del Instituto Geográfico Nacional entre 1974 y 1980, fue nombrado por Medio Ambiente presidente de la Xunta Consultiva del Parque das Fragas do Invernadoiro, un nuevo órgano colegiado asesor para la colaboración de la gestión de dicho espacio natural. Nació en Málaga en 1924, pero su vida discurrió entre Vilardevós (de donde era su padre), Ourense (ciudad natal de su madre), A Coruña y Madrid. Posee una larga trayectoria profesional pues fue presidente del Consejo Superior Geográfico, de la Comisión Nacional de Geodesia y de la Comisión Nacional de Astronomía, entre otras muchas, además de ocupar la cátedra de Representación Cartográfica en la Universidad Politécnica de Madrid (1967-1974). Y está en posesión de distintas condecoraciones (la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y de la Orden del Mérito Civil son sólo algunas) así como medallas de oro.
Su extensa trayectoria profesional da fe del amor a su trabajo. Y a sus 84 años se le ve con ganas de seguir haciendo cosas, ¿qué le motivó para aceptar el cargo?
Tengo 84 años. He sido un hombre muy feliz porque amaba mi trabajo. Mi vida profesional estuvo relacionada con las ciencias de la tierra y mi trabajo en Geodesia y Cartografía transcurrió en contacto con la naturaleza desde 1953. Además, dije que sí porque paso mucho tiempo en Vilardevós, donde tengo mi casa aún y, además, para contribuir con mi experiencia a su gestión.
¿Ya empezó a desempeñar esta nueva tarea?
La nueva Xunta Consultiva que presido tuvo la primera reunión de toma de contacto y, ahora, empezamos a trabajar. Estoy ilusionado y para mí supone esfuerzo y responsabilidad.
¿O Invernadoiro es el gran parque de Ourense y Galicia más desconocido?
Este parque natural es único, una joya intacta, libre de la codicia del ser humano, sin ningún tipo de contaminación y con muchas posibilidades. Pero es todavía muy desconocido incluso para los ourensanos, que viajan a otros países en búsqueda del paraíso cuando lo tienen al lado y sin descubrir. La Xunta lo está acercando ahora más a los ciudadanos flexibilizando las visitas y compatibilizándolas con su alto valor ecológico. Creo que este espacio, que fue declarado parque natural el 27 de junio de 1977, está muy bien gestionado, principalmente porque es de un solo dueño, la Xunta. Su territorio, 5.722 hectáreas, situadas en el término de Vilariño de Conso (la entrada es por Campobecerros, en Castrelo do Val), es una excepción histórica dentro de la dinámica seguida por el sistema de propiedad agraria en Galicia. Y su mantenimiento sin divisiones territoriales es lo que provocó que el nivel del estado de conservación sea muy elevado.
¿Qué echa en falta en este recinto natural?
Sería muy positivo que se dotase de un centro de interpre tación y potenciar la investigación en el entorno pues es una fuente inagotable para estudios y tesis doctorales, que ya se hizo alguna, principalmente en el ámbito de la Geomorfología y Biología debido a la gran riqueza de fauna y flora que presenta este enclave. Uno de los espacios más interesantes es el circo glaciar do Figueiro, donde hay un gran bosque de acebos.
¿Es partidario de la ampliación de los límites del parque?
Siempre y cuando no ponga en peligro sus excelentes valores naturales. Es un tema que hay que abordar con mucho cuidado pues si no hubiese un equilibrio también podría correr el riesgo de degradar el entorno. No obstante, está claro que los parques naturales contribuyen al desarrollo económico de los pueblos que se sitúan en el entorno y de las inversiones.
Al margen del parque, acaba de ceder su biblioteca particular de 3.000 libros sobre cartografía a la Xunta...
Sí, inicialmente los iba a ceder al Concello de Vilardevós, pero era una utopía pues no estarían al alcance de todos. Ahora, están en la Biblioteca Nacional de Galicia. Son los libros de Cartografía y Geodesia, los que a mí me formaron, con mapas y cartografía de este siglo que no hay en ninguna parte. Me hace muy feliz que estos libros puedan servir de ayuda a otras personas y expertos.
Su extensa trayectoria profesional da fe del amor a su trabajo. Y a sus 84 años se le ve con ganas de seguir haciendo cosas, ¿qué le motivó para aceptar el cargo?
Tengo 84 años. He sido un hombre muy feliz porque amaba mi trabajo. Mi vida profesional estuvo relacionada con las ciencias de la tierra y mi trabajo en Geodesia y Cartografía transcurrió en contacto con la naturaleza desde 1953. Además, dije que sí porque paso mucho tiempo en Vilardevós, donde tengo mi casa aún y, además, para contribuir con mi experiencia a su gestión.
¿Ya empezó a desempeñar esta nueva tarea?
La nueva Xunta Consultiva que presido tuvo la primera reunión de toma de contacto y, ahora, empezamos a trabajar. Estoy ilusionado y para mí supone esfuerzo y responsabilidad.
¿O Invernadoiro es el gran parque de Ourense y Galicia más desconocido?
Este parque natural es único, una joya intacta, libre de la codicia del ser humano, sin ningún tipo de contaminación y con muchas posibilidades. Pero es todavía muy desconocido incluso para los ourensanos, que viajan a otros países en búsqueda del paraíso cuando lo tienen al lado y sin descubrir. La Xunta lo está acercando ahora más a los ciudadanos flexibilizando las visitas y compatibilizándolas con su alto valor ecológico. Creo que este espacio, que fue declarado parque natural el 27 de junio de 1977, está muy bien gestionado, principalmente porque es de un solo dueño, la Xunta. Su territorio, 5.722 hectáreas, situadas en el término de Vilariño de Conso (la entrada es por Campobecerros, en Castrelo do Val), es una excepción histórica dentro de la dinámica seguida por el sistema de propiedad agraria en Galicia. Y su mantenimiento sin divisiones territoriales es lo que provocó que el nivel del estado de conservación sea muy elevado.
¿Qué echa en falta en este recinto natural?
Sería muy positivo que se dotase de un centro de interpre tación y potenciar la investigación en el entorno pues es una fuente inagotable para estudios y tesis doctorales, que ya se hizo alguna, principalmente en el ámbito de la Geomorfología y Biología debido a la gran riqueza de fauna y flora que presenta este enclave. Uno de los espacios más interesantes es el circo glaciar do Figueiro, donde hay un gran bosque de acebos.
¿Es partidario de la ampliación de los límites del parque?
Siempre y cuando no ponga en peligro sus excelentes valores naturales. Es un tema que hay que abordar con mucho cuidado pues si no hubiese un equilibrio también podría correr el riesgo de degradar el entorno. No obstante, está claro que los parques naturales contribuyen al desarrollo económico de los pueblos que se sitúan en el entorno y de las inversiones.
Al margen del parque, acaba de ceder su biblioteca particular de 3.000 libros sobre cartografía a la Xunta...
Sí, inicialmente los iba a ceder al Concello de Vilardevós, pero era una utopía pues no estarían al alcance de todos. Ahora, están en la Biblioteca Nacional de Galicia. Son los libros de Cartografía y Geodesia, los que a mí me formaron, con mapas y cartografía de este siglo que no hay en ninguna parte. Me hace muy feliz que estos libros puedan servir de ayuda a otras personas y expertos.
