La rotura de una tubería inundó en la madrugada de ayer seis bajos de viviendas en la calle Montederramo de la ciudad, situada en el barrio de la Cruz Alta.
La avería se produjo a las cuatro de la madrugada a la altura del inmueble número 21. A esa hora, los vecinos dormían lo que provocó que no se dieran cuenta de que el agua que salía al exterior anegara el vial y los bajos.
Un residente que regresaba a su domicilio alertó a la Policía Local de la presencia de una gran bolsa de agua en la calle que le impedía acceder a su garaje. Al lugar se desplazó una patrulla y una brigada de la concesionaria del servicio de agua, que cortó el suministro, dejando a más de 300 vecinos sin servicio hasta pasadas las 11.00 horas, cuando los operarios de la empresa Aquagest subsanaron la avería realizando otra conexión en la red para que los vecinos pudieran tener agua. En los próximos días, será cambiada parte de la tubería afectada por la rotura.
Este es el tercer reventón que registran las tuberías de la red de abastecimiento a la ciudad en el último mes. Los otros dos se produjeron en el barrio de A Ponte y As Lagoas. Fuentes municipales aseguraban ayer que las averías se producen debido al mal estado de alrededor de 200 kilómetros de tuberías que fueron instaladas en el casco urbano hace más de 40 años.
EL AVIA SE DESBORDA
Mientras, la lluvia que descargó ayer sobre la provincia mantenía en alerta en la tarde de ayer a Protección Civil de Ribadavia por un posible desbordamiento de los ríos Miño y Avia. El elevado caudal de este último mantenía cortados a las seis de la tarde la carretera de Francelos, el puente de A Quinza, en la carretera N-120. El agua anegó toda el área de recreo de A Veronza, además de varios bajos cercanos a este espacio.
Protección Civil también tuvo que achicar agua en varias carreteras locales del municipio de Avión al formase grandes bolsas que dificultaban la circulación rodada. Los efectivos de emergencia rescataron a dos conductores (se les paró el vehículo en el vial a causa del agua) cuando se dirigían a la capitalidad municipal.
Protección Civil también se mantenía en alerta en la ciudad ante posible desbordamiento del Miño. El caudal del río creció en la jornada de ayer más de dos metros, según el jefe de grupo de emergencia, Manuel Fernández, cubriendo las termas públicas de A Chavasqueira y Muíño das Veigas, así como varios senderos y espacios de recreo a la altura de Oira y Outariz.
La lluvia también fue la causante de varios desprendimientos de tierra y piedras en la carretera N-120, a su paso por Nogueira de Ramuín. Los desprendimientos, que se sucedieron a lo largo de la mañana entre los kilómetros 558 y 560, obligaron a cortar un carril del vial, en dirección a Ourense.
Una brigada de Demarcación de Carreteras retiraba las piedras y la tierra pasadas las 12.00 horas. Los operarios señalizaron la zona con cintas reflectantes ante el temor de que se registrasen nuevas caídas de tierra y piedras hacia la calzada.
Un residente que regresaba a su domicilio alertó a la Policía Local de la presencia de una gran bolsa de agua en la calle que le impedía acceder a su garaje. Al lugar se desplazó una patrulla y una brigada de la concesionaria del servicio de agua, que cortó el suministro, dejando a más de 300 vecinos sin servicio hasta pasadas las 11.00 horas, cuando los operarios de la empresa Aquagest subsanaron la avería realizando otra conexión en la red para que los vecinos pudieran tener agua. En los próximos días, será cambiada parte de la tubería afectada por la rotura.
Este es el tercer reventón que registran las tuberías de la red de abastecimiento a la ciudad en el último mes. Los otros dos se produjeron en el barrio de A Ponte y As Lagoas. Fuentes municipales aseguraban ayer que las averías se producen debido al mal estado de alrededor de 200 kilómetros de tuberías que fueron instaladas en el casco urbano hace más de 40 años.
EL AVIA SE DESBORDA
Mientras, la lluvia que descargó ayer sobre la provincia mantenía en alerta en la tarde de ayer a Protección Civil de Ribadavia por un posible desbordamiento de los ríos Miño y Avia. El elevado caudal de este último mantenía cortados a las seis de la tarde la carretera de Francelos, el puente de A Quinza, en la carretera N-120. El agua anegó toda el área de recreo de A Veronza, además de varios bajos cercanos a este espacio.
Protección Civil también tuvo que achicar agua en varias carreteras locales del municipio de Avión al formase grandes bolsas que dificultaban la circulación rodada. Los efectivos de emergencia rescataron a dos conductores (se les paró el vehículo en el vial a causa del agua) cuando se dirigían a la capitalidad municipal.
Protección Civil también se mantenía en alerta en la ciudad ante posible desbordamiento del Miño. El caudal del río creció en la jornada de ayer más de dos metros, según el jefe de grupo de emergencia, Manuel Fernández, cubriendo las termas públicas de A Chavasqueira y Muíño das Veigas, así como varios senderos y espacios de recreo a la altura de Oira y Outariz.
La lluvia también fue la causante de varios desprendimientos de tierra y piedras en la carretera N-120, a su paso por Nogueira de Ramuín. Los desprendimientos, que se sucedieron a lo largo de la mañana entre los kilómetros 558 y 560, obligaron a cortar un carril del vial, en dirección a Ourense.
Una brigada de Demarcación de Carreteras retiraba las piedras y la tierra pasadas las 12.00 horas. Los operarios señalizaron la zona con cintas reflectantes ante el temor de que se registrasen nuevas caídas de tierra y piedras hacia la calzada.
