CRUZ ROJA

La solidaridad mueve a más de 5.000 voluntarios en Ourense

Ourense. 12-03-15. Local. Voluntarias de cruz Vermella.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Oihane Garcia, de Cruz Roja, atiende a una de las personas que acuden al centro.

ESta spersonas buscab ayudar a los demás, "pero tambien aprender de ellos y de su situación"

Las organizaciones solidarias de la provincia mueven a más de 1.700 voluntarios habituales, una cifra que puede superar los 5.000 si se suma el número total de personas que en algún momento del año ayudan a Cruz Roja, Cáritas o el Banco de Alimentos en alguna de las campañas que desarrollan.

El mayor volumen de voluntarios lo aglutina Cruz Roja, que cerró 2014 con un total de 4.575, de los cuales 1.254 son activos todo el año -446 incorporados en el último ejercicio-. En cuanto al perfil, un 54 % son mujeres y un 46 % hombres, y la mayor parte de ellos -el 42 %- con estudios superiores. Sus labores se han intensificado en el capítulo de ayuda a gente en peligro de exclusión social.

Cáritas Diocesana cuenta con 443 voluntarios que desarrollan su labor en actividades como el comedor social, el programa de Mujer Alumar, el de Formación Compensatoria o el Ropero Diocesano. En cuanto al Banco de Alimentos, cuenta con alrededor de 15 personas "que trabajan todo el año, prácticamente e tiempo completo", según señala el responsable de la ONG, Cecilio Santalices, aunque el número de voluntarios da un salto cualitativo en épocas como la gran recogida, en que se alcanzan los 300.

Cada una de estas personas acude a realizar esta labor con sus propias inquietudes, aunque todos coinciden en dos aspectos: "Esto te permite ayudar a los demás, pero también aprender de ellos", explica Manuel Barca, economista de 55 años natural de Vigo, pero que reside en Ourense desde 1985 y lleva como voluntario de Cáritas desde hace cuatro años.

Barca Sanmartín se afirma sorprendido "por el afán de superación, las ganas que tiene de aprender esta gente y de conseguir un trabajo para no depender de las ayudas... Es todo un ejemplo".

Enrique Pérez, ingeniero de 46 años y con tres hijos -de 14, 10 y tres años-, dedica "sobre todo los fines de semana, que es cuando más tiempo libre tengo" a colaborar con el Banco de Alimentos. "Estos últimos años, con la crisis, se nota que hay un incremento de la gente que quiere ayudar", señala.

Cruz Roja es una de las organizaciones que más voluntariado mueve en la provincia. Oihane García, pontevedresa de 24 años, es estudiante de Traballo Social y el pasado septiembre inició unas prácticas en Cruz Roja, se le metió el gusanillo en el cuerpo y desde hace tres meses sigue aportando su granito de arena. "Por una parte te permite estar en contacto con la realidad social y por otra me sirve como formación", explica García, que reconoce que "todos los casos que he visto tienen algo que te impacta", aunque no duda en recomendar apuntarse al voluntariado porque "es un baño de realidad".

Marta de la Calle es compañera de Oihane. Psicóloga, de 28 años, lleva en Cruz Roja cinco meses y dedica un día a la semana a esta labor solidaria. "Siempre ves cosas duras: familias con niños que no tienen para comer, que no pueden pagar la calefacción...", a pesar de lo cual, defiende que "es una forma de estar activo y aprender, además de ayudar".

Enríque Pérez: "Te roba tiempo a tus aficiones, pero merece la pena. Yo incluso he llevado  mis hijos a alguna de las recogidas de alimentos, porque creo que les enseñará de cara al futuro".

Oihane García: "Lo que más me impacta es ver a gente que acude porque no puede pagar la comida, luz o alquiler, y son personas que hasta hace poco creían tener la vida resuelta; es tremendo".

Manuel Barca: "Me dejó marcado el comentario de una persona que acudió a Cáritas en busca de ayuda y me dijo: ‘Sí, tienes un problema, pero si te das la vuelta, hay otro peor que tú".

Marta de la Calle: "He visto muchos casos duros, pero recuerdo el de una persona que acudió al centro el pasado enero, tras pasar una noche al frío, porque ya no podía más".

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